Page 88 - Un-mundo-feliz-Huxley
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parecían a punto de desintegrarse, y hasta los ojos se cubrían de lágrimas. Otros
seis tubos de ensayo llenos de espermatozoos fueron derribados. ¡Padre!
Pálido, con los ojos fuera de sus órbitas, el director miraba a su alrededor
en una agonía de humillación enloquecedora.
¡Padre! Las carcajadas, que habían dado muestras de desfallecer,
estallaron más fuertes que nunca. El director se tapó los oídos con ambas manos
y abandonó corriendo la sala.