Page 134 - Un-mundo-feliz-Huxley
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—Sucedáneo de Pasión Violenta. Regularmente una vez al mes.
Inundamos el organismo con adrenalina. Es un equivalente fisiológico completo
del temor y la ira. Todos los efectos tónicos que produce asesinar a Desdémona
o ser asesinado por Otelo, sin ninguno de sus inconvenientes.
—Es que a mí me gustan los inconvenientes.
—A nosotros, no —dijo el Interventor—. Preferimos hacer las cosas con
comodidad.
—Pues yo no quiero comodidad. Yo quiero a Dios, quiero poesía, quiero
peligro real, quiero libertad, quiero bondad, quiero pecado.
—En suma —dijo Mustafá Mond—, usted reclama el derecho a ser
desgraciado.
—Muy bien, de acuerdo —dijo el Salvaje, en tono de reto—. Reclamo el
derecho a ser desgraciado.
—Esto, sin hablar del derecho a envejecer, a volverse feo e impotente, el
derecho a tener sífilis y cáncer, el derecho a pasar hambre, el derecho a ser
piojoso, el derecho a vivir en el temor constante de lo que pueda ocurrir
mañana; el derecho a pillar un tifus; el derecho a ser atormentado.
Siguió un largo silencio.
—Reclamo todos estos derechos —concluyó el Salvaje.
Mustafá Mond se encogió de hombros.
—Están a su disposición —dijo.