Page 99 - Tokio Blues - 3ro Medio
P. 99

ballet te pones de puntillas. Entre las puntas de los dedos de los pies y el suelo había un espacio
               de unos veinte centímetros.
                   »Lo vi todo, hasta el último detalle. Y también le vi la cara. No pude evitarlo. Pensé que tenía
               que  bajar,  decírselo  enseguida  a  mi  madre,  pensé  que  tenía  que  gritar.  Pero  el  cuerpo  no  me
               respondía. Había cobrado una identidad propia, separada de mi conciencia. Me decía que tenía
               que bajar al instante, pero mi cuerpo se movió a su antojo y se dispuso a separar a mi hermana de
               la cuerda.
                   »Por supuesto, aquello no era algo que pudiera hacer una niña, y me limité a quedarme allí
               cinco o seis minutos de pie, atónita, con la mente en blanco. Sin comprender nada. Algo murió en
               mi interior. Hasta que mi madre vino a ver qué sucedía, yo permanecí allí, junto a mi hermana.
               En la habitación a oscuras. —Naoko sacudió la cabeza—. Durante tres días no dije una palabra.
               Estuve tendida en la cama, como muerta, con los ojos abiertos y la mirada fija. Sin entender nada.
               —Naoko se arrimó a mi brazo—. Ya te decía en la carta que soy un ser mucho más imperfecto de
               lo que puedas imaginarte. Estoy mucho más enferma de lo que crees, las raíces son mucho más
               profundas. Por eso quiero que, si puedes, sigas con tu vida. No me esperes. Si te apetece acostarte
               con  otras  chicas,  hazlo.  No  te  reprimas  por  mi  causa.  Haz  todo  lo  que quieras.  Si  no,  podría
               acabar convirtiéndote en mi compañero de viaje, y eso es algo que no quiero que suceda jamás.
               Me  niego  a  interferir  en  tu  vida,  ni  en  la  vida  de  nadie.  Tal  como  te  he  dicho  antes,  ven  a
               visitarme de vez en cuando y acuérdate siempre de mí. Eso es lo único que deseo.
                   —Pero eso no es lo que deseo yo —intervine.
                   —A mi lado, estás desperdiciando tu vida.
                   —No estoy desperdiciando nada.
                   —Es posible que nunca me recupere. ¿Me esperarías a pesar de todo? ¿Podrías esperarme
               diez, veinte años?
                   —Tienes  demasiados  miedos  —dije—.  A  la  oscuridad,  a  las  pesadillas,  al  poder  de  los
               muertos. Lo que tú debes hacer es olvidarte de ellos. Si los olvidas, seguro que te recuperarás.
                   —¡Si fuera capaz! —Naoko sacudió la cabeza.
                   —Si  pudieras  salir  de  aquí,  ¿te  gustaría  vivir  conmigo?  —le  pregunté—.  Yo  podría
               protegerte de la oscuridad, de los sueños y, aunque no estuviera Reiko, podría abrazarte.
                   Naoko se arrimó aún más a mi brazo.
                   —¡Sería maravilloso! —exclamó.

                   Volvimos a la cafetería un poco antes de las tres. Reiko estaba leyendo un libro mientras
               escuchaba el Segundo concierto para piano de Brahms. Era una gozada oír la música de Brahms
               sonando en aquel prado sin un alma, hasta donde alcanzaba la vista. Reiko acompañó silbando el
               pasaje de violonchelo que abre el tercer movimiento.
                   —Backhaus  y  Böhm  —dijo  Reiko—.  Durante  un  tiempo  escuché  tanto  este  disco  que  lo
               gasté. Lo escuché de principio a fin.
                   Naoko y yo pedimos una taza de café.
                   —¿Habéis podido hablar? —le soltó Reiko a Naoko.
                   —Sí, mucho —respondió ella.
                   —Después ya me contarás los detalles. Cómo ha estado él y todo eso.
                   —Si no hemos hecho nada. —Naoko se sonrojó.
                   —¿De verdad? —me preguntó Reiko.
                   —No, no hemos hecho nada.
                   —¡Qué aburrimiento! —Reiko puso cara de hastío.
                   —Pues sí. —Y tomé un sorbo de café.
   94   95   96   97   98   99   100   101   102   103   104