Page 279 - El ingenioso caso de don Quijote de la Mancha
P. 279
derechos rayos a la tierra envía,
el llanto crece y doblo los gemidos.
Vuelve la noche, y vuelvo al triste cuento,
y siempre hallo, en mi mortal porfía,
al cielo, sordo; a Clori, sin oídos.
Bien le pareció el soneto a Camila; pero mejor a Anselmo, pues le alabó, y dijo que era
demasiadamente cruel la dama que a tan claras verdades no correspondía. A lo que dijo Camila:
-Luego ¿todo aquello que los poetas enamorados dicen es verdad?
-En cuanto poetas, no la dicen -respondió Lotario-; mas en cuanto enamorados, siempre quedan tan
cortos como verdaderos.
-No hay duda deso -replicó Anselmo, todo por apoyar y acreditar los pensamientos de Lotario con
Camila, tan descuidada del artificio de Anselmo como ya enamorada de Lotario.
Y así, con el gusto que de sus cosas tema, y más, teniendo por entendido que sus deseos y escritos a
ella se encaminaban, y que ella era la verdadera Clori, le rogó que si otro soneto o otros versos sabía,
los dijese.
-Sí sé -respondió Lotario-; pero no creo que es tan bueno como el primero, o, por mejor decir,
menos malo. Y podréislo bien juzgar, pues es éste:
SONETO
Yo sé que muero; y si no soy creído,
es más cierto el morir, como es más cierto
yerme a tus pies, ¡oh bella ingrata!, muerto,
antes que de adorarte arrepentido.
Podré yo yerme en la región de olvido,
Portal Educativo EducaCYL
http://www.educa.jcyl.es