Page 72 - Fahrenheit 451
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Los fuegos artificiales se apagaron en la sala de estar, Dale a la gente concursos que puedan ganar recordando
detrás de Mildred. Al mismo tiempo, ella había dejado de la letra de las canciones más populares, o los nombres de
hablar; una coincidencia milagrosa. Montag contuvo el las capitales de Estado o cuánto maíz prod jo Io a el
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aliento. año pasado. Atibórralo de datos no c mbust1bles, lanza
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-Había una muchacha, ahí, al lado -dijo con lenti les encima tantos «hechos» que se sientan abrumados,
tud-. Ahora, se ha marchado, creo que ha muerto. Ni pero totalmente al día en cuanto información Ent n
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siquiera puedo recordar su rostro. Pero era distinta. ces tendrán la sensación de que piensan, tendran la 1m
¿ Cómo ... cómo pudo llegar a existir? pr¡sión de que se mueven sin moverse. Y serán felices,
Beatty sonrió. porque los hechos de esta naturaleza o ca bian. No les
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-Aquí o allí, es fatal que ocurra. ¿Clarisse McCle des ninguna materia delicada como Filosofia o la � oc10-
llan? Tenemos ficha de toda su familia. Les hemos vigi logía para que empiecen a atar ca�os. Por ese cammo, se
lado cuidadosamente. La herencia y el medio ambiente encuentra la melancolía. Cualquier hombre que pueda
hogareño puede deshacer mucho de lo que se inculca en desmontar un mural de televisión y volver a armarlo
el colegio. Por eso hemos ido bajando, año tras año, la luego, y, en la actualidad, la mayoría de los hombres
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edad de ingresar en el parvulario, hasta que, ahora, casi pueden hacerlo, es más feliz que cu lqmer otro que trate
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arrancamos a los pequeños de la cuna. Tuvimos varias de medir, calibrar y sopesar el Umverso, que ;1º puede
falsas alarmas con los McC!ellan, cuando vivían en Chi ser medido ni sopesado sin qu un hombre se s enta bes
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cago. Nunca les encontramos un libro. El tío tiene un tial y solitario. Lo sé, lo he mtentado. ¡Al d ablo con
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historial confuso, es antisocial. ¿ La muchacha? Es una ello! Así, pues, adelante con los clubs y las fiestas, � os
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bomba de relojería. La familia había estado influyendo en acróbatas y los prestidigitadores, los coches a reac 10n,
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su subconsciente, estoy seguro, por lo que pude ver en su las bicicletas, helicópteros, el sexo y las d ogas, mas �e
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historial escolar. Ella no quería saber cómo se hacía algo todo lo que esté relacionado con los refle¡os autom tl
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sino por qué. Esto puede resultar embarazoso. Se pre cos. Si el drama es malo, si la película no dice nada, s1 la
gunta el porqué de una serie de cosas y se termina sin comedia carece de sentido, dame una inyección de tera
tiéndose muy desdichado. Lo mejor que podía pasarle a mina. Me parecerá que reacciono on la obra, c1;1ando
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la pobre chica era morirse. sólo se trata de una reacc10n tactil a las v1brac10nes.
-Sí, morirse. Pero no me importa. Prefiero un entretenimiento com
-Afortunadamente, los casos extremos como ella no pleto.
aparecen a menudo. Sabemos cómo eliminarlos en em Beatty se puso en pie.
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brión. No se puede construir una casa sin clavos en la -He de marcharme. El sermón ha terminado. Espero
madera. Si no quieres que un hombre se sienta política haber aclarado conceptos. Lo que importa que recue des,
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mente desgraciado, no le enseñes dos aspectos de una Montag, es que tú, _yo, y los demás somos los G ardianes
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misma cuestión, para preocuparle; enséñale sólo uno. de la Felicidad. Nos enfrentamos con la pequena marea
O, mejor aún, no le des ninguno. Haz que olvide que de quienes desean que todos se sientan desdichados con
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existe una cosa llamada guerra. Si el Gobierno es poco teorías y pensamientos contrad1ctonos. T nemos nues
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eficiente, excesivamente intelectual o aficionado a au tros dedos en el dique. Hay que aguantar firme. o pe
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mentar los impuestos, mejor es que sea todo eso que no mitir que el torrente de melancolía y la funesta F1losof1a
que la gente se preocupe por ello. Tranquilidad, Montag. ahoguen nuestro mundo. Dependemos de ti. No creo
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