Page 14 - 1984
P. 14
Winston se sacudió de encima estos pensamientos y tomó una posición
más erguida en su silla. Se le escapó un eructo. La ginebra estaba haciendo su
efecto.
Volvieron a fijarse sus ojos en la página. Descubrió entonces que durante
todo el tiempo en que había estado recordando, no había dejado de escribir
como por una acción automática. Y ya no era la inhábil escritura retorcida de
antes. Su pluma se había deslizado voluptuosamente sobre el suave papel,
imprimiendo en claras y grandes mayúsculas lo siguiente:
ABAJO EL GRAN HERMANO
ABAJO EL GRAN HERMANO
ABAJO EL GRAN HERMANO
ABAJO EL GRAN HERMANO
ABAJO EL GRAN HERMANO
Una vez y otra, hasta llenar media página.
No pudo evitar un escalofrío de pánico. Era absurdo, ya que escribir
aquellas palabras no era más peligroso que el acto inicial de abrir un diario;
pero, por un instante, estuvo tentado de romper las páginas ya escritas y
abandonar su propósito.
Sin embargo, no lo hizo, porque sabía que era inútil. El hecho de escribir
ABAJO EL GRAN HERMANO o no escribirlo, era completamente igual.
Seguir con el diario o renunciar a escribirlo, venía a ser lo mismo. La Policía
del Pensamiento lo descubriría de todas maneras. Winston había cometido —
seguiría habiendo cometido aunque no hubiera llegado a posar la pluma sobre
el papel— el crimen esencial que contenía en sí todos los demás. El crimental
(crimen mental), como lo llamaban. El crimental no podía ocultarse durante
mucho tiempo. En ocasiones, se podía llegar a tenerlo oculto años enteros,
pero antes o después lo descubrían a uno.
Las detenciones ocurrían invariablemente por la noche. Se despertaba uno
sobresaltado porque una mano le sacudía a uno el hombro, una linterna le
enfocaba los ojos y un círculo de sombríos rostros aparecía en torno al lecho.
En la mayoría de los casos no había proceso alguno ni se daba cuenta
oficialmente de la detención. La gente desaparecía sencillamente y siempre
durante la noche. El nombre del individuo en cuestión desaparecía de los
registros, se borraba de todas partes toda referencia a lo que hubiera hecho y
su paso por la vida quedaba totalmente anulado como si jamás hubiera
existido. Para esto se empleaba la palabra vaporizado.
Winston sintió una especie de histeria al pensar en estas cosas. Empezó a
escribir rápidamente y con muy mala letra: