Page 125 - 1984
P. 125
descubre y destruye casi con la misma rapidez que los imprimimos nosotros.
Pero da lo mismo. Ese libro es indestructible. Si el último ejemplar
desapareciera, podríamos reproducirlo de memoria. ¿Sueles llevar una cartera
a la oficina? —añadió.
—Sí. Casi siempre.
—¿Cómo es?
—Negra, muy usada. Con dos correas.
—Negra, dos correas, muy usada... Bien. Algún día de éstos, no puedo
darte una fecha exacta, uno de los mensajes que te lleguen en tu trabajo de la
mañana contendrá una errata y tendrás que pedir que te lo repitan. Al día
siguiente irás al trabajo sin la cartera. A cierta hora del día, en la calle, se te
acercará un hombre y te tocará en el brazo, diciéndote: «Creo que se te ha
caído esta cartera». La que te dé contendrá un ejemplar del libro de Goldstein.
Tienes que, devolverlo a los catorce días o antes por el mismo procedimiento.
Estuvieron callados un momento.
—Falta un par de minutos para que tengas que irte —dijo O'Brien—.
Quizá volvamos a encontrarnos, aunque es muy poco probable, y entonces nos
veremos en...
Winston lo miró fijamente.
—¿... En el sitio donde no hay oscuridad? —dijo vacilando.
O’Brien asintió con la cabeza, sin dar señales de extrañeza:
—En el sitio donde no hay oscuridad —repitió como si hubiera recogido la
alusión—. Y mientras tanto, ¿hay algo que quieras decirme antes de salir de
aquí? ¿Alguna pregunta?
Winston pensó unos instantes. No creía tener nada más que preguntar. En
vez de cosas relacionadas con O'Brien o la Hermandad, le acudía a la mente
una imagen superpuesta de la oscura habitación donde su madre había pasado
los últimos días y el dormitorio en casa del señor Charrington, el pisapapeles
de cristal y el grabado con su marco de palo rosa. Entonces dijo:
—¿Oíste alguna vez una vieja canción que empieza: Naranjas y limones,
dicen las campanas de San Clemente?
O'Brien, muy serio, continuó la canción:
Me debes tres peniques, dicen las campanas de San Martín.
¿Cuándo me pagarás?, dicen las campanas de Old Bailey.
Cuando me haga rico, dicen las campanas de Shoreditch