Page 44 - De Victoria para Alejandro
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hermano Judas, que también quiere ir al monaste había enamorado de un enemigo, de un romano. El
rio de Qumrán. abuelo comenzó a frecuentar a los cristianos que
Se hizo un silencio. Victoria sentía las es también querían a tu madre y sucedió ... : se convir
trellas muy cercanas y el cuerpo ligero como si tió a su fe. Y ahora el testamento. No creo que mi
flotase entre la tierra y el cielo. padre y el tío José deseasen demasiado el dinero,
-Victoria, ¿te has dormido? aunque el dinero siempre es importante, y más
-No. en la situación actual, pero al menos esperaban
-¡Qué extraña eres! Todos lo comentaban. que tú fueses como tu madre y como tu abuela
-Lo siento. Soy romana. Mariamme.
-No, es otra cosa. ¿Sabes? Todavía las La voz de Victoria tenía huellas de lágri
v1eJas criadas hablan de Mariamme, la primera mas.
mujer del abuelo. Era bellísima y además encanta -He llegado esta mañana ... ¿Qué esperan
dora. Se murió al nacer tu madre y el abuelo se de mí? ¿Qué saben como soy? ¿Por qué no les
casó con su hermana, con la abuela Ana. Y nacie gusto? ¿Por qué me censuran sin conocerme? No
ron mi padre y el tío José. Tu madre fue de los está en mi mano tener un pelo oscuro y brillante,
seguidores del Nazareno y estuvo con ellos antes el tipo de pelo del que saltan chispas si se peina en
de que lo crucificaran; era una niña, pero se esca la oscuridad -recalcó con amargura.
paba de la vigilancia de la abuela Ana para ir con Miriam se incorporó intentando adivinar
María, la de Betania*. Había heredado la gracia y el rostro de su prima en la penumbra.
el encanto de su madre y nadie en casa era capaz -¡No te disgustes! Es normal que no te
de reñida; todos, el abuelo, la abuela y sus hijos la conozcan; y no hagas caso a la abuela Ana; tú no
adoraban. La abuela la mimaba más que a sus eres fea. Tienes la piel como la nieve y los ojos
propios hijos. Luego vino tu padre y la pidió en como el agua del mar. A mí me gustas. ¡Pídeme
matrimonio y, como ella lo amaba, el abuelo cedió algo!
y le permitió casarse con un romano. Se marchó Victoria se pasó la mano por los ojos, son
con tu padre y la echaron mucho de menos. Pare riendo entre las lágrimas.
cía que se había llevado la alegría de la casa. La -¿Me llevarías con los cristianos de Je
abuela se disgustó tanto que estuvo enferma en rusalén?
cama. Y el tío José sintió que su hermana había
traicionado a su pueblo; no comprendía cómo se