Page 119 - De Victoria para Alejandro
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hombre no es malo, sólo lo que sale del interior del tan más. Siempre tengo miedo que adviertan que
hombre es malo. Del interior del hombre salen las está escrito por una mujer, pero tengo bien calcu
mentiras, las calumnias y los malos pensamientos. ladas las letras para que no me entren más de las
Por cierto, Victoria, me habías prometido una co que permiten las normas.
pia del relato de Marcos. ¿Por qué no aprovechas Miriam preguntó.
estos días? Así tendrás otra cosa en qué pensar. Y -¿ Qué normas?
las palabras de Jesús te ayudarán. -Las de los escribas oficiales. Todas las
Le pareció buena idea; se instaló en el páginas deben de tener un número similar de le
patio, al lado de donde Marta hilaba, sentada en un tras. Así se calculan los honorarios del escriba y la
almohadón bajo, con una pequeña mesa delante, longitud del documento.
como la que usaban los escribas en el mercado, y Marta hizo girar la rueca de nuevo.
comenzó a escribir con el cálamo bien recto entre -¿Sabes escribir en otros idiomas además
los dedos índice y corazón. del griego?
Miriam miraba embobada. Había visto es -El abuelo Ismail me enseñó las normas
cribir a los hombres de su casa y leído algunos de los escribas en arameo y en latín; le divertía mi
documentos. Su padre había querido que aprendie afán de aprender y para mí era un maravilloso
se a leer, y sabía escribir y hacer algunas cuentas, secreto entre los dos. Sólo Lino, el obispo de
pero ver a su prima trazar las letras con la rigurosa Roma, lo conoce y me encargó que compusiese y
caligrafía de los grandes escribas del templo, la trajese a Jerusalén el relato de Marcos. No hacía
fascinaba. Se colocaba a su lado y preparaba la falta decir que lo había hecho yo; y por otra parte,
tinta, le espantaba las moscas, aprendió a trazad� cualquier escriba cristiano podría haberlo hecho;
las pautas en los pergaminos, y le traía comida y todos hemos escuchado muchas veces fragmentos
bebida para los descansos mientras esperaban a de la Buena Noticia en las reuniones. Pero el obis
que se secase la tinta. po Lino y los presbíteros de Roma estimaron que
-¡Es maravilloso, Victoria! yo tenía muy buena información. El abuelo había
Marta estuvo de acuerdo. vivido los sucesos de Jerusalén, había sido secreta
-Lo haces muy bien; mucho mejor que rio de Pablo y escuchado a Pedro. Y me lo había
algunos escribas de la ley que podría nombrar. contado todo. Ellos tenían todo el relato de Mar
-Mis letras son algo más delgadas; mu cos, según se había narrado cientos de veces en la
chos escribas utilizan puntas más gruesas y aprie- Iglesia. Trabajamos durante muchos días en secre-