Page 409 - El ingenioso caso de don Quijote de la Mancha
P. 409

desterrados de la república cristiana, como a gente inútil, El cura le estuvo escuchando con grande

                  atención, y parecióle hombre de buen entendimiento, y que tenía razón en cuanto decía; y así, le dijo

                  que por ser él de su mesma opinión, y tener ojeriza a los libros de caballerías, había quemado todos

                  los de don Quijote, que eran muchos. Y contóle el escrutinio que dellos había hecho, y los que había

                  condenado al fuego y dejado con vida, de que no poco se rió el canónigo, y dijo que con todo cuanto
                  mal había dicho de tales libros, hallaba en ellos una cosa buena, que era el sujeto que ofrecían para

                  que un buen entendimiento pudiese mostrarse en ellos, porque daban largo y espacioso campo por

                  donde sin empacho alguno pudiese correr la pluma, describiendo naufragios, tormentas,

                  rencuentros y batallas, pintando un capitán valeroso con todas las partes que para ser tal se

                  requieren, mostrándose prudente preveniendo las astucias de sus enemigos, y elocuente orador
                  persuadiendo o disuadiendo a sus soldados, maduro en el consejo, presto en lo determinado, tan

                  valiente en el esperar como en el acometer; pintando ora un lamentable y trágico suceso, ahora un

                  alegre y no pensado acontecimiento; allí una hermosísima dama, honesta, discreta y recatada; aquí

                  un caballero cristiano, valiente y comedido; acullá un desaforado bárbaro fanfarrón; acá un príncipe

                  cortés, valeroso y bien mirado; representando bondad y lealtad de vasallos, grandezas y mercedes de

                  señores.

                  -Ya puede mostrarse astrólogo, ya cosmógrafo excelente, ya músico, ya inteligente en las materias

                  del estado, y tal vez le vendrá ocasión de mostrarse nigromante, si quisiere. Puede mostrar las

                  astucias de Ulises, la piedad de Eneas, la valentía de Aquiles, las desgracias de Héctor, las traiciones

                  de Sinón, la amistad de Eurialo, la




                  liberalidad de Alejandro, el valor de César, la clemencia y verdad de Trajano, la fidelidad de Zopiro,
                  la prudencia de Catón, y, finalmente, todas aquellas acciones que pueden hacer perfecto a un varón

                  ilustre, ahora poniéndolas en uno solo, ahora dividiéndolas en muchos. Y siendo esto hecho con

                  apacibilidad de estilo y con ingeniosa invención, que tire lo más que fuera posible a la verdad, sin

                  duda compondrá una tela de varios y hermosos lizos tejida, que después de acabada, tal perfección y

                  hermosura muestre, que consiga el fin que se pretende en los escritos, que es enseñar y deleitar

                                             Portal Educativo EducaCYL
                                              http://www.educa.jcyl.es
   404   405   406   407   408   409   410   411   412   413   414