Page 187 - Autobiografia de mi Madre v.2
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vimlento  "Género", elaboraba largos listados  bajo el   hablando, ningún asterisco formaba parte de esa afir­
 encabc;,;amiento "Espedes". Y o   <le vez en cuando libe­  mación.  No  habia ningún aparté.  Estaba sola en  el
 raba al' espédrnen t¡ue tuviera entonces en cautividad y   mundo.
 lo rcemphzaba por otro de su misma especie, su con­  El hombre con el que me había casado, mi es-poso,
 génere: un lagarto era reemplazado por otro lagarto) un   también estaba solo, pero él no lo aceptaba, le faltaba
 cangrejo reemplazado por otro cangrejo, una rana por   fuerza para hacerlo,  Se afenaba al fragor del mundo
 otra rana; no  sabrfa  decir si é] lo notó  nunca.  En su   en el que había nacido, a sus conquistas, su éxito en el
 fuero jnterno estaba completamente seguro de  <Jue todos   desbaratamiento  de  los  mundos  de otros  pueblos,
 sus conodmicntos eran correctos, no de que f u eran ver�   pueblos cuya realidad ni él ni aquellos de ios que des­
 dad, pero sí  correctos. La verdad habría sido su perdición,   cendía eran capaces de comprender, :así que en lugar
 la verdad está siempre llena de incertidumbre.   de indinarse frente a fa evidencia <le su incomprensión 1
 Cuando fui definitivamente huérfana, mi padre por   irguíeron sus cabezas y cometieron asesinato. Ahora se
 fin habfa  muerto }  y habfa muerto sin conocerme, sln   mantenía ocupado con los muertos, ordenando, des­
 haberme hablado nunca utilizando un lenguaje en que   ordenando )  reordenando Jos  hbros en  fa estanterfa,
 pudiera tener confianza, un  lenguaje con el que pudiera   tomos  de historia, geografía,  ciencia,  filosofía,  ensa­
 creer en  las  cosas  que decía  ...  cuando  fui definitiva­  yos: ninguno de ellos le proporcionaba sosiego. i\hora
 mente huérfana, pues, la verdadera dltnensiün de todo   vivía en un mundo cuya lengua no sabía hablar. Yo le
 lo sola que habfa estado en el mundo, la conciencia de   hacia de intérprete, traducía para él. No siempre le decía
 <JUC iba a estarlo aún más, fue como una bocanada de   la verdad, no siemptc se lo decía absolutamente todo.
 msiego. Durante toda mi vida hasta el momento, a lo   Bloqueé su posibfüdad de entrar en el mundo en que
 largo de setenta años de vida, siempre me habfa fofun�   vivía; finalmente bloqueé su posibilidad de entrar en
 -dido pavor pensar en el momento en <Jue me c.1ucdarfa  todos los mundos que habfa llegado a conocer, Se con­
 sola; las dos  personas de  las que descendí:a) las  dos  virtió en rodos los hijos cuyo nacimiento yo no había
 personas que me habían concebido, muertas; pero en­  permírido,  algunos engendrados  po1· él, algunos en­
 tonces me  invadió por fin  un  gran  sosiego; una paz  gendrados por orros hombres.  Supervisé también su
 que no ern silendo ni aceptación, siffip)emente una !n­  fin. ?vfe ocupé de que ruvJera un entierro bonito y e1no­
 descriptlble sensación de sosiego, la sensación de que  tiv{\ aun  cuando ya no  podía importt"..rle, ¿Qué es lo
 algo había quedado resuelto.  Estaba sola y no  tenla  que hace que el mundo gire? :f:l  nunca necesitó  una
 miedo, lo acepté  de la  misma  manera  que aceptaba  respuesta a esa pregunta.
 todo lo que era. verdad acerca áe mí: mís dos manos>  ¿Alguna  'Vez tanta tristeza encerró en dla a dos per­
 mis dos ojos, mis dos pies, mis dos orejas, mis cinco  sonas? Sin embargo, no con la misma clase de tristeza,
 sentidos ,   todo lo  que se podía  saber de mí, todo Jo  pues no procedía de la misma fuente, esa tristeza. La
 que no sabía. La evidencia de que estaba sola se había  vida de él, la parte externa de ella, estaba llena de vic­
 convertido  en una  de  esas verdades.  Este  hecho  no  torias, apenas había un solo deseo que no pudiera ser
 llevaba  vinculado  nmgún  cod,ci!o, metafótlcamente  satisfecho, y poseía d poder de hacer que el mundo


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