Page 190 - Autobiografia de mi Madre v.2
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cierta  indiferencia por ese periodo  de  tiempo  al que
              cuando vio mi propia satisfacción por su satisfacción,
              comprendió que  se  había  equivocado;  no  podíamos       llaman dfa; es una actitud vanidosa y arrogante, pero
              sentirnos felices los dos al mismo tiempo. La vida, la     só}o yo la cono�co; he hecho que se:a personal todo lo
              historia, se llame como se llame, había hecho que eso      que es jmpersonal. Puesw que yo no importo )  ran1po­
              fuera imposible, Él nunca estaba hosco ni medítabun•       co  anhelo  importar, pero de todos  modos  ímpono.
              do, en su vida no habfa desventuffL, no era consciente     Anhelo encontrar eso que tiene más grandeza que yo,
              de sus propias decepdones. Su vida se fue ensombre­        eso a lo c¡ue me puedo someter. No esrá en un libro de
              ciendo poco a poco� las puertas que tenía abiertas se le   historia, no se trata del trabajo de nadie cuyo nombre
              fueron cerrando. Viéndole en esa situación de pie al       puedan pronunciar mis labios.  La muerte es la única
                                                    )
              borde de un acantilado que estaba orientado hada el        realidad, pues es 1a única certeza, inevitable para todas
              este� la misma dirección en que sería enterrado, a.Hí de   ias cosas.
              píe justo en el borde, en precario equilibrio y sin ern­
              barhro con firmeza >  como un pájaro, no un ave de rapiña
              sino un humilde ser alado capaz de inspirar ternura y
              echar a voiar la imaglnaci6n de los niños, sentía deseos
              de empujarle, hacía el fondo del abismo, y no con de­
              liberada  furia,  sino  con  unas  palma<lit�s  como  de
              teconocimiento 1  como  si  fuera un  acto  de  amistad�
              como  diciéndole:  No  has  sido  el gran  amor de  mi
              vida }  y por  eso  te  comptendo  perfectamente, y  ese
              sentimiento resulta inusual, único sólo pata mí. ¡AhhhL
                 Este relato de mi vida ha sido el relato de la vida de
              mi madre en la misma medida en que lo ha sido de la
              mfa., y aun así, una vez más, es cl relato de la vida de los
              hijos que no tuve, así como es también su relato acerca
              de mi.  Ion mí est:í la voz que nunca oí, el rostro que
              nunca vl, el ser del que vine. En mí están las voces que
              habrían debido salir de mí, los rostros que nunca per­
              mití que se formaran, los ojos que nunca permití que
              me vieran. Este rdato es un relato de la persona a la
              que nunca se le permitió ser y un relato de la persona
              en la que nunca me permití a mí misma convertirme,
                 Los días son largos, los días son corros. Las noches
              son un gran espacio en blanco; escuchan atenramente
              algo, pero me niego a familiarizarme con ello. Profeso


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