Page 186 - Autobiografia de mi Madre v.2
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vimlento  "Género", elaboraba largos listados  bajo el    hablando, ningún asterisco formaba parte de esa afir­
              encabc;,;amiento "Espedes". Y o   <le vez en cuando libe­  mación.  No  habia ningún aparté.  Estaba sola en  el
              raba al' espédrnen t¡ue tuviera entonces en cautividad y   mundo.
              lo rcemphzaba por otro de su misma especie, su con­          El hombre con el que me había casado, mi es-poso,
              génere: un lagarto era reemplazado por otro lagarto) un    también estaba solo, pero él no lo aceptaba, le faltaba
              cangrejo reemplazado por otro cangrejo, una rana por      fuerza para hacerlo,  Se afenaba al fragor del mundo
              otra rana; no  sabrfa  decir si é] lo notó  nunca.  En su   en el que había nacido, a sus conquistas, su éxito en el
              fuero jnterno estaba completamente seguro de  <Jue todos   desbaratamiento  de  los  mundos  de otros  pueblos,
              sus conodmicntos eran correctos, no de que f u eran ver�   pueblos cuya realidad ni él ni aquellos de ios que des­
              dad, pero sí  correctos. La verdad habría sido su perdición,   cendía eran capaces de comprender, :así que en lugar
              la verdad está siempre llena de incertidumbre.             de indinarse frente a fa evidencia <le su incomprensión 1
                Cuando fui definitivamente huérfana, mi padre por        irguíeron sus cabezas y cometieron asesinato. Ahora se
              fin habfa  muerto }  y habfa muerto sin conocerme, sln     mantenía ocupado con los muertos, ordenando, des­
              haberme hablado nunca utilizando un lenguaje en que        ordenando )  reordenando Jos  hbros en  fa estanterfa,
             pudiera tener confianza, un  lenguaje con el que pudiera    tomos  de historia, geografía,  ciencia,  filosofía,  ensa­
             creer en  las  cosas  que decía  ...  cuando  fui definitiva­  yos: ninguno de ellos le proporcionaba sosiego. i\hora
             mente huérfana, pues, la verdadera dltnensiün de todo       vivía en un mundo cuya lengua no sabía hablar. Yo le
             lo sola que habfa estado en el mundo, la conciencia de      hacia de intérprete, traducía para él. No siempre le decía
             <JUC iba a estarlo aún más, fue como una bocanada de        la verdad, no siemptc se lo decía absolutamente todo.
             msiego. Durante toda mi vida hasta el momento, a lo         Bloqueé su posibfüdad de entrar en el mundo en que
             largo de setenta años de vida, siempre me habfa fofun�      vivía; finalmente bloqueé su posibilidad de entrar en
             -dido pavor pensar en el momento en <Jue me c.1ucdarfa      todos los mundos que habfa llegado a conocer, Se con­
             sola; las dos  personas de  las que descendí:a) las  dos    virtió en rodos los hijos cuyo nacimiento yo no había
             personas que me habían concebido, muertas; pero en­         permírido,  algunos engendrados  po1· él, algunos en­
             tonces me  invadió por fin  un  gran  sosiego; una paz      gendrados por orros hombres.  Supervisé también su
             que no ern silendo ni aceptación, siffip)emente una !n­     fin. ?vfe ocupé de que ruvJera un entierro bonito y e1no­
             descriptlble sensación de sosiego, la sensación de que      tiv{\ aun  cuando ya no  podía importt"..rle, ¿Qué es lo
             algo había quedado resuelto.  Estaba sola y no  tenla       que hace que el mundo gire? :f:l  nunca necesitó  una
             miedo, lo acepté  de la  misma  manera  que aceptaba        respuesta a esa pregunta.
             todo lo que era. verdad acerca áe mí: mís dos manos>           ¿Alguna  'Vez tanta tristeza encerró en dla a dos per­
             mis dos ojos, mis dos pies, mis dos orejas, mis cinco       sonas? Sin embargo, no con la misma clase de tristeza,
             sentidos ,   todo lo  que se podía  saber de mí, todo Jo    pues no procedía de la misma fuente, esa tristeza. La
             que no sabía. La evidencia de que estaba sola se había      vida de él, la parte externa de ella, estaba llena de vic­
             convertido  en una  de  esas verdades.  Este  hecho  no     torias, apenas había un solo deseo que no pudiera ser
             llevaba  vinculado  nmgún  cod,ci!o, metafótlcamente        satisfecho, y poseía d poder de hacer que el mundo


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