Page 107 - Fahrenheit 451
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Montag se encontró en la puerta del salón, con la boca · ·
·
llena aún de comida. dose, como si el agua d e un gigantesco rec1p1e nte de cris-
'Las tres mujeres se volvieron con lentitud Y mir � ?? ª
-¡Todas tenéis un aspecto estupendo! tal con peces histéricos, se escapara. .
-Estupendo. r
-¡Estás magnífica, Millie! Montag con no disimulada irritación, que fue convirtien-
-Magnífica. dose en desagrado. ,
-¿Cuándo creéis que va a estallar la guerra._ -pre-
-¡Es extraordinario! guntó él-. Veo que vuestros maridos no han vemdo eStª
-¡Extraordinario!
Montag la observó. noche.
d" M s ·
-Paciencia -susurró Faber. -Oh, vienen y van, vienen y van - 1J º r
,
.
-No debería de estar aquí -murmuró Montag, casi Phelps-. Una y otra vez. El Ejército llamó ayer ª Pete .
·
E
Estará de regreso 1 a semana prox1ma. so ha dicho 1 e
para sí mismo-. Tendría que estar en camino para lle
varle el dinero. E¡· ército. Una guerra rápida. Cuarenta y o_cho horas, Y
.
h d h l E "' to Una gue-
todos a casa. Eso es 1 o que a 1c o � • ¡erci ·
-Mañana habrá tiempo. ¡Cuidado! .
rra rápida. Pete fue llamado ayer y d1¡eron que eStª11ª
., de
-¿ Verdad que ese espectáculo es maravilloso? -pre-
guntó Mildred. regreso la semana próxima. Una guerra... . 1 . as
-¡Maravilloso! Las tres mujeres se agitaron y miraron, nervwsas,
vacías paredes.
·
En una de las paredes, una mujer sonreía al mismo -No estoy preocupada -dijo Mrs. Phe�ps-. De¡ 0
que sea Pete quien se preocupe. -Rió estndentemen
tiempo que bebía zumo de naranja. «¿Cómo hará las
dos cosas a la vez? », pensó Montag, absurdamente. te-. Que sea el viejo Pete quien cargue con las preocu :
En las otras paredes, una radiografía de la misma mujer
paciones. No yo. Yo no estoy pre? upada.
-Sí -dijo Millie-. Que el v1e¡o Pete cargue con
mostraba el recorrido del re frescante brebaje hacia 7 l s ª
el anhelante estómago. De repente, la habitación des
preocupac10nes.
-Dicen que siempre muere el mando de otra.
pegó en un vuelo raudo hacia las nubes, se lanzó en
picado sobre un mar verdoso, donde peces azules se -También lo he oído decir. Nunca he conocido ª
comían otros peces rojos y amarillos. Un minuto más . .
.
nmgun b g uerra Que se rna-
tarde, tres muñecos de dibujos animados se destroza , h om re que r nunese e'n_ �na ,
d de un e 1
tara arrojándose es d fic10, s1, com o lo hizo el
ron mutuamente los miembros con acompañamiento
marido de Gloria, la semana pasada. Pero a causa e
d 1 as
de grandes oleadas de risa. Dos minutos más tarde y
guerras, no.
la sala abandonó la ciudad para ofrecer el espectáculo . .
-No a causa de las guerras -d1JO Mrs. P e ps ·
h l _ D e
de unos autos a reacción que recorrían velozmente un d a
todos modos, Pete y yo siempre hemos ic e na
d" h O q �
autódromo golpeándose unos contra otros incesante .
de lágrimas ni algo por el estilo. Es el tercer matnmon 0 1
.
D:ente. Montag vio que algunos cuerpos volaban por el d. t es . Sea-
aire. de cada uno de nosotros, y somos ind,epen 1�� . e
·
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-¿ Has visto eso, Millie? mos independientes, ec1mos siempre. El me d1¡0 · «S1 m
-¡ Lo he visto, lo he visto! liquidan, tú sigue adelante y no llores. Cásate otra ve z Y
no pienses en mí. »
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Montag alargó la mano y dio vuelta al conmutador
-Ahora que recuerdo -dijo Mildred-. � y- 1ste '
.
principal del salón. Las imágenes fueron empequeñecién-
anoche, en la televisión la aventura amorosa de cmco mt-
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