Page 115 - Cuentos de Amor locura y Muerte
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LA MIEL SILVESTRE






            Tengo en el Salto Oriental dos primos, hoy hombres ya, que a
            sus doce años, y en consecuencia de profundas lecturas de
            Julio Veme, dieron en la rica empresa de abandonar su casa
            para ir a vivir al monte. Éste queda a dos leguas de la ciudad.
            Allí vivirían en principio de la caza y la pesca. Cierto es que
            los dos muchachos no se habían acordado particularmente de
            llevar escopetas ni anzuelos; pero de todos modos el bosque
            estaba al1f, con su libertad corno fuente de dicha y sus peligros
            corno encanto.
                 Por desgracia, al segundo dfa fueron hallados por quie­
            nes los buscaban. Estaban bastante atónitos todavía, no poco
            débiles,  y con gran asombro de  sus hermanos menores -
            iniciados también en Julio Veme- sabían aún andar en dos
            pies y recordaban el habla.
                 La aventura de los dos robinsones, sin embargo, fuera
            acaso más formal a haber tenido corno teatro otro bosque
            menos dominguero. Las escap'atorias llevan aquí en Misiones
            a límites imprevistos, y a ello arrastró a Gabriel Benincasa el
            orgullo de sus strornboot.
                 Benincasa, habiendo concluido sus estudios de contadu­
            ría pública, sintió fulminante deseo de conocer la vida de la
            selva. No fue arrastrado por su temperamento, pues antes bien,
            Bynincasa  era  un  muchacho  pacífico,  gordiflón  y  de  cara
            rosada, en razón de su excelente salud. En consecuencia, lo
            suficiente cuerdo para preferir un té con leche y pastelitos, a
            quién sabe qué fortuita e infernal comida del bosque. Pero así
            como el soltero que fue siempre juicioso cree de su deber, la
            víspera de su boda, despedirse de la vida libre con una noche
            de orgía en compañía de sus amigos, de igual modo Benincasa

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