Page 257 - Hamlet
P. 257
HAMLET.- Vamos a la tercera, Laertes... Pero, bien se ve que lo tomáis a fiesta,
batallad, os ruego, con más ahínco. Mucho temo que os burláis de mí.
LAERTES.- ¿Eso decís, señor? Vamos.
ENRIQUE.- Nada, ni uno ni otro.
LAERTES.- Ahora... Ésta...
CLAUDIO.- Parece que se acaloran demasiado. Separadlos.
HAMLET.- No, no, vamos otra vez.
ENRIQUE.- Ved qué tiene la Reina ¡Cielos!
HORACIO.- ¡Ambos heridos! ¿Qué es esto, señor?
ENRIQUE.- ¿Cómo ha sido, Laertes?
LAERTES.- Esto es haber caído en el lazo que preparé, justamente muero víctima de mi
propia traición.
HAMLET.- ¿Qué tiene la Reina?
CLAUDIO.- Se ha desmayado al veros heridos.
GERTRUDIS.- No, no... ¡La bebida!... ¡Querido Hamlet! ¡La bebida! ¡Me han
envenenado!
HAMLET.- ¡Oh! ¡Qué alevosía!.. ¡Oh!.. Cerrad las puertas... Traición... Buscad por
todas partes...
LAERTES.- No, el traidor está aquí. Hamlet, tú eres muerto... no hay medicina que
pueda salvarte, vivirás media hora, apenas... En tu mano está el instrumento aleve, bañada
con ponzoña su aguda punta. ¡Volviose en mi daño, la trama indigna! Vesme aquí postrado
para no levantarme jamás. Tu madre ha bebido un tosigo... No puedo proseguir... El Rey, el
Rey es el delincuente.
HAMLET.- ¡Está envenenada esta punta! Pues, veneno, produce tus efectos.
TODOS.- Traición, traición.
CLAUDIO.- Amigos, estoy herido... Defendedme.
HAMLET.- ¡Malvado incestuoso, asesino! Bebe esta ponzoña ¿Está la perla aquí? Sí,
toma, acompaña a mi madre.