Page 78 - Romeo y Julieta
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                             WILUAM SHAKESPEARE                                                             RO!!EO Y  J ULll::TA
                                                                                                 .......... ...........
               Mercucio: Que te despediste a la francesa, amigo. Desapa­        Romeo: No, porque sólo me sigues cuando estás loco.
               reciste. ¿Me entiendes?                                          Mercucio: La pavada que has dicho merece que te picotee
               Romeo: Perdóname, Mercucio. Pero lo que tenía que hacer          una oreja.
               no admitía espera. Y menos reglas de cortesía.                   Romeo: Oh, pavo mío: no me picotees.
               Mercucio: Es como decir que lo que tenías que hacer era          Mercucio: Qué amargo y dulce ingenio; qué condimento
               caer por tierra.                                                 tan picanee.
               Romeo: Que significaría algo así como "hincar una rodilla        Romeo: ¿No quedaría más sabroso el pavo con él?
               en tierra".                                                      Mercucio:  Cómo fuerzas el ingenio;  como el pavo que

               Mercucio: Lo has dicho muy cortésmente.                          esponja el abanico de su cola.
               Romeo: Siempre soy muy cortés.                                   Romeo: Lo hago para que puedas pavonearte con él como
               Mercucio:  Pero no tanto como yo, que soy la flor de la          el pavo.
               cortesía.                                                        Mercucio: ¡Bravo! Esto te va mejor que andar lamentándote
               Romeo: ¿No dices: la flor y nata ... ?                           por tu amada. Ahora te reconozco: eres Romeo, el que siem­
               Mercucio: No. La nata la dejo para ti.                           pre fuiste por tu estirpe. Ibas de un lado a otro, quejándote

               Romeo: Flores puedo darte, pero nata, no.                        sin rumbo, por culpa de ese amor ciego.
              Mercucio: ¡Bravo! Continuemos este duelo hasta que se             Benvolio: ¡Basta! ¡Basta!
               marchiten. Sin flores frescas, no podremos continuarlo.          Mercucio: ¿No quieres que continúe ... ?
              Romeo: ¡Ay, duelo interrumpido! ¡Continuación sin con­            Benvolio: No, porque no terminarás nunca ...
              tinuación!                                                        Mercucio: Te equivocas. Estaba por terminarlo porque ya
              Mercucio: Benvolio, intervén. Se acaba mi ingenio.                llegaba a su fin.

              Romeo: Avívalo. O date por vencido.                               Romeo: ¡Vela a la vista!
              Mercucio: ¡Cuidado! Si se extravían tus sentidos, no puedo         (Entran Pedro y la Nodriza}.
              continuar, porque cada uno de los tuyos es más loco que los       Mercucio: ¡Una vela a la vista!
              cinco míos. ¿Acaso te seguí en la última locura que hiciste?      Benvolio: ¡Son dos: una saya y un sayal!



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