Page 37 - El club de los que sobran
P. 37

noche escucho un montón de sirenas.
             —Para mí que estás viendo muchos videos, Pablo.
             —Y para mí que los tapones que te pone la mamá para que duermas mejor, de verdad
          funcionan.
             No  quise  seguir  peleando  por  tonteras.  Sí,  mi  mamá  me  dejaba  unos  tapones  en  el
          velador,  pero  es  porque  Silvestre  (el  rottweiller  de  don  Patricio,  nuestro  vecino)  es  el
          perro más insoportable del barrio.
             —Has como que miras el show —me dijo Pablo.























































             —¿Y tú?
             —Voy a buscar al papá del guataca.
             —Sebastián. Se llama Sebastián y le dicen Chupete.
             —Lo que sea, ¿cómo se llama su papá?
             —Oye, vives a dos cuadras de él hace quince años.
             —Ya, ¿y?
             —¿Se te estresó la neurona, Pablo?
             —¿No quieres que te estrese la cabeza de un combo, mejor?
             —Okey, que poco humor. Rodolfo… Rodolfo Ortúzar.
             Pablo se puso de pie y salió en su búsqueda. Yo me quedé solo. Por un momento quise




                                                           37
   32   33   34   35   36   37   38   39   40   41   42