Page 78 - Alicia en el país de las maravillas
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-lCómo voy a saber yo? _;contestó Alicia, sorprendida
de su propio valor-. No es asunto que me incumba ...
La reina se encendió de ira y, después de mirar fijamen
te a la muchacha por un momento, empezó a gritar como una
bestia salvaje:
-iCórtenle la cabeza! iCórtenle!...
-iTonterías! -exclamó Alicia, con voz fuerte y defini-
da, que dejó silenciosa a la reina.
El rey puso una mano sobre su brazo y tímidamente dijo:
-iPiensa, hijita, que se trata sólo de una niña!
La reina se apartó indignada del lado del rey y, dirigiéndo-
se a la Sota, ordenó:
-Dadlos vuelta.
La Sota lo hizo, muy cuidadosamente, con el pie.
-iLevántense! -dijo la reina con voz chillona y poten-
te.
Los tres jardineros se pusieron de pie de un salto y em
pezaron a hacer reverencias al rey, a la reina, a los niños re
ales y a todo el mundo.
-Basta ya -ordenó la reina -. Me marean.
Luego, volviéndose hacia el rosal, continuó diciendo:
-lQué han estado haciendo aquí?
-Si Su Majestad se digna ... -contestó el Dos, con tono
muy humilde, arrodillándose sobre una rodilla -. Tratába
mos de ...
-iYa lo veo! -le interrumpió la reina, que se había
puesto a examinar las rosas-. iQue les cor�en la cabeza!
La procesión continuó, menos tres soldados, que se que
daron atrás para ejecutar a los infelices jardineros, quienes
corrieron hacia Alicia en busca de protección.
-iNo les cortarán la cabeza! -dijo Alicia, colocándolos
en una especie de macetero que había cerca.
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