Page 75 - Alicia en el país de las maravillas
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"Esta vez haré las cosas mejor", se dijo para sus adentros,
empezando por coger la llave de oro y abrir la puerta que con 8
ducía al jardín. En seguida se puso a mascar el hongo, del cual El campo de croquet de la reina
conservaba un pedazo en el bolsillo, hasta que tuvo unos
treinta centímetros de altura. Atravesó el umbral y se en
contró, por fin, en el precioso jardín lleno de brillantes flores
y frescas fuentes.
Junto a la entrada del jardín se levantaba un enorme rosal,
cuyas rosas eran blancas. Sin embargo, en torno de ellas había
tres jardineros que las pintaban, dejándolas rojas. Alicia en
contró el asunto muy extraño y se acercó a observarlos. En
ese preciso momento oyó que uno de ellos decía:
-iTen cuidado, Cinco! iNo me salpiques con pintura en
esa forma!
-No pude evitarlo -repuso el Cinco con tono moles
to -. Además, el Siete levantó la vista y declaró:
-iMuy bien, Cinco! iSiempre echándole la culpa a los
demás!
-iEs mejor que tú no hables! -repuso el Cinco -. Ayer
no más le oí decir a la reina que merecías que te cortaran la
cabeza.
-lPor qué? -preguntó el que había hablado primero.-
-A ti no te importa, Dos -contestó el Siete.
-Sí, es claro que le importa -observó el Cinco-. Te lo
diré. Fue porque llevó a la cocina un bulbo de tulipa en vez
de cebolla.
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