Page 56 - Alicia en el país de las maravillas
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pletamente llena de humo. La duquesa se encontraba senta­                  A Alicia no le agradó mucho el tono de esta observación
             da en un piso de tres patas en medio de la habitación y acu­           y pensó que sería bueno buscar otro tema de conversación.
            naba a un nene. La cocinera se inclinaba sobre el fuego,                Mientras trataba de encontrar uno, la cocipera quitó la olla
             revolviendo con su cucharón un enorme caldero que parecía              de sopa del fuego y empezó a disparar contra la duquesa y el
             estar lleno de sopa.                                                   nene todas las cosas que encontró al alcance de su mano: pla­
                -iEstoy casi segura de que esa sopa tiene demasiada pi-             tos, sartenes, fuentes ... La duquesa no hacía ningún caso a es­
             mienta! -dijo Alicia sin poder contener un estornudo.                  to, a pesar de que la golpeaban, y el nene estaba chillando tan
                Ciertamente que también había mucha en el aire, porque              fuerte desde antes, que no era posible saber si acaso los gol­
             hasta la duquesa estornudaba de cuando en cuando: y, res­              pes le dolían o no.
             pecto al nene, éste estornudaba y chillaba alternativamente                -iFíjese usted, por favor, en lo que está haciendo! -
             sin descanso. Las únicas dos criaturas en la cocina que pa­            gritó Alicia, saltando de un lado a otro y agonizando de te­
             recían no estornudar eran la cocinera y un inmenso gato que            rror-. iMire usted que le arranca su preciosa nariz! -gritó
             estaba sentado junto al fuego y que sonreía de oreja a oreja.          al ver que una sartén le pasaba cerca y casi la volaba.
                -¿ Tendría usted la bondad de decirme por qué su gato                   -Si la gente se preocupara sólo de las cosas que le inte­
             ríe en esa forma? -preguntó Alicia tímidamente, porque no              resan -dijo la duquesa con,un gruñido-, el mundo mar­
             estaba muy segura de si era buena educación hablar primero.            charía mucho más de prisa.
                -Porque es un gato de Cheshire... -respondió la du­                     -Loque nosería una ventaja -contestóAliciamuycon­
             quesa, y luego agregó-: iCerdo!                                        tenta de que se le presentase una oportunidad para demos­
                Esta última palabra la pronunció con tal violencia, que             trar sus pequeños conocimientos-. iCalcule usted el trabajo
             Alicia casi dio un salto; pero, al cabo de unos instantes, vio         que le costaría día y noche! Como usted sabe, la tierra se de­
             que el nombre estaba dirigido al nene y no a ella, así es que          mora veinticuatro horas para dar la vuelta completa en tor­
             se armó de valor y habló de nuevo:                                     no a su eje ...
                -Yo no sabía que los gatos de Cheshire se reían siem­                   -iHablando de ·ejes!  -gritó la duquesa -. iArránquele
             pre. La verdad es que yo ignoraba que hubiese alguna clase             al cabeza!
             de gatos que fuera capaz de reírse.                                       Alicia miró a la cocinera con ansiedad para ver si ella obe­
                -Todos pueden. -contestó la duquesa -. Y la mayoría                 decía a la indicación; pero la mujer estaba muy ocupada re­
             lo hacen ...                                                           volviendo la sopa y parecía no oír. Así es que la muchacha
                -No conozco a ninguno que lo haga -repuso Alicia                    continuó diciendo:
             gentilmente, sintiéndose muy contenta de haber podido en­                 -Tarda veinticuatro horas, creo. ¿o acaso son doce?
             tablar una conversación.                                               Yo ...
                -Lo que pasa es que usted no sabe mucho ... -declaró                   -iOh, no me moleste!  -,-exclamó la duquesa-.. Nunca
             la duquesa.                                                            he podido entender en números.

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