Page 53 - Alicia en el país de las maravillas
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Mientras pronunciaba estas palabras, llegó a un sitio des­  6
 pejado, donde encontró una pequeña casa que mediría muy   Cerdo y pimienta
 poco más de un metro de altura.
 "Sea quien sea  la persona  que  viva aquí "pensó Ali­
 cia -, no puedo acercarme con mi estatura normal. iAsus­
 taría a sus habitantes hasta enloquecerlos!"
 En vista de eso, decidió comer de nuevo unos pedacitos
 del hongo de la mano derecha y no se atrevió a aproximarse
 a la casa hasta que no se vio con una estatura de más o me­
 nos unos veinte centímetros.






           Durante uno o dos minutos, Alicia se detuvo a mirar la casa,
            preguntándose qué debería hacer en seguida, cuando repen­
           tinamente, un sirviente de librea salió corriendo del bosque.
            (Ella supuso que era un sirviente _o un lacayo, justamente por
            el uniforme que vestía. Si le hubiera juzgado únicamente por
            la cara, habría creído que era un pez.) El personaje golpeó
            fuertemente la puerta con el puño. Salió a abrirle otro laca­
            yo con librea, que tenía una cara ancha y unos ojos redondos
            como los de los sapos. Alicia advirtió que los dos lacayos lle­
            vaban el cabello largo y empolvado y que se les enrollaba en
           forma de bucles.
               El primer lacayo-pez sacó de debajo del brazo un sobre
           enorme, casi tan grande como él mismo, y, alargándoselo al
           otro sirviente, dijo con un tono bastante solemne:
               -Para la duquesa. Es una invitación a jugar croquet que
           la hace la reina.


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