Page 55 - Alicia en el país de las maravillas
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El lacayo-sapo repitió la frase con el mismo tono solem­  "Tal vez no pueda evitarlo...  -pensó la muchacha  -.
 ne, cambiando sólo el orden de las palabras.   Tiene los ojos tan demasiado cerca de la punta de su cabeza.
 -De parte de la reina. Una invitación a la duquesa para  Pero, en todo caso, bien  podría contestar a mis preguntas."
 jugar croquet.   -lCómo podré entrar? -repitió en voz alta.
 Luego ambos se inclinaron en una profunda reverencia   -Me sentaré aquí hasta mañana -declaró el lacayo.
 y sus bucles se entremezclaron.   En este momento se abrió la puerta de la casa y salió un
 Alicia rió tanto con lo que había visto y oído, que tuvo   plato volando, que fue a dar derecho a la cabeza del sirvien­
 que volver corriendo al bosque por miedo que la oyeran, y   te. Le rozó la nariz y fue a estrellarse contra el tronco de un
 cuando atisbó de nuevo, el lacayo-pez se había ido y el otro   árbol que había detrás de él.
 estaba sentado sobre el pasto, cerca de la puerta, mirando   -También  es  posible  que  me  quede  hasta  pasado
 estúpidamente el'ciclo.   mañana  ... -continuó diciendo el sirviente, exactamente en
 Alicia se dirigió tímidamente hacia la puerta y golpeó.   el mismo tono y como si nada hubiera sucedido.
 -No tiene ningún objeto golpear -dijo el sirviente-,  -lCómo puedo entrar? -volvió a preguntar Alicia su­
 por dos razones. Primero, porque yo me encuentro en el mis­  biendo la voz.
 mo lado de la puerta en que usted está; y segundo, porque   -lPara qué tiene que entrar usted? -contestó el sir­
 están haciendo un ruido tan grande que nadie podría oírla.   viente-. Hay que empezar por averiguar eso.
 Tenía razón, porque se sentía un ruido extraordinario   Lo que decí era perfectamente razonable, sólo que Ali­
                        a
 adentro: era un coro continuo de chillidos y estornudos, y de   cia no soportaba que le hicieran preguntas.
 cuando en cuando se oía el estrépito de un golpe, como  si una   "iEs terrible la forma en que estas criaturas discuten! -
 fuente o un montón de platos se hubiese venido al suelo con­  se dijo Alicia  -. iSon capaces de volver loca a una persona!"
 virtiéndose en mil pedazos.   En ese momento el lacayo pensó que tal vez sería una
 -lQuiere indicarme, entonces, por favor, cómo puedo  espléndida oportunidad para repetir su observación con al­
 entrar? -preguntó Alicia.   gunas variaciones.
 -Su llamado tiene que tener alguna razón -declaró el  -Me sentaré aquí -dijo  - y me quedaré días de dí s  ...
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 sirviente, sin hacer ningún caso a lo que Alicia le decía-, y   -lPero qué voy a hacer yo? -preguntó Alicia.
 para eso sería necesario que hubiese una puerta que nos se­  -Lo que usted quiera -contestó el sirviente y empezó
 parara. Por ejemplo, si usted estuviese al lado de adentro,   a silbar.
 podría usted golpear para que yo la dejara salir, lme com­  -iEs inútil hablar con él! -exclamó desesperadamente
 prende?   Alicia-. iMe parece que es un perfecto idiota!
 Mientras hablabá, no dejaba un instante de mirar al cie­  Abrió la puerta y entró.
 lo, cosa que Alicia consideró de muy mala educación.   La  puerta conducía a una enorme cocina que estaba com-


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