Page 332 - El ingenioso caso de don Quijote de la Mancha
P. 332

siendo primero, en vano, ejercitada


                  la fuerza de sus brazos esforzados,

                  hasta que, al fin, de pocos y cansados,

                  dieron la vida al filo de la espada.


                  Y éste es el suelo que continuo ha sido

                  de mil memorias lamentables lleno


                  en los pasados siglos y presentes.

                  Mas no más justas de su duro seno


                  habrán al claro cielo almas subido,

                  ni aun él sostuvo cuernos tan valientes.


                  No parecieron mal los sonetos, y el cautivo se alegré con las nuevas que de su camarada le dieron, y,

                  prosiguiendo su cuento, dijo:

                  -Rendidos, pues, la Goleta y el fuerte, los turcos dieron orden en desmantelar la Goleta (porque el

                  fuerte quedó tal, que no hubo qué poner por tierra), y para hacerlo con más brevedad y menos

                  trabajo, la minaron por tres partes; pero con ninguna se pudo volar lo que parecía menos fuerte, que

                  eran las murallas viejas, y todo aquello que había quedado en pie de la fortificación nueva que había
                  hecho el Fratín, con mucha facilidad vino a tierra. En resolución, la armada volvió a Constantinopla

                  triunfante y vencedora, y de allí a pocos meses murió mi amo el Uchalí, al cual llamaban Uchalí

                  Fartax, que quiere decir en lengua turquesca el renegado tiñoso, porque lo era, y es costumbre entre

                  los turcos ponerse nombres de alguna falta que tengan, o de alguna virtud que en ellos haya; y esto

                  es porque no hay entre ellos sino cuatro apellidos de linajes que decienden de la casa




                  Otomana, y los demás, como tengo dicho, toman nombre y apellido ya de las tachas del cuerno, y ya

                  de las virtudes del ánimo. Y este Tiñoso bogó el remo, siendo esclavo del Gran Señor, catorce años, y
                  a mas de los treinta y cuatro de su edad renegó, de despecho de que un turco, estando al remo, le dio

                                             Portal Educativo EducaCYL
                                              http://www.educa.jcyl.es
   327   328   329   330   331   332   333   334   335   336   337