Page 154 - Autobiografia de mi Madre v.2
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esparcidas por el sucio de una habitación vacía resultan   lo  habrfa  descrito como del color del  pan,  ia esencia
              hipnóticas� hechizan Y� si son vistas por la persona ade­  de la vida) )  era :nás parccído a los vencedores (d hom­
              cuada,  constituyen  los  cimientos  sobre  los  que  se   bre escocés) <.1 ue  a los vencidos (d pueblo afrícano),
              edifican todos los mundos posibles. Era especialmen­      pero eso no era raxón suficiente para elegir al primero
              te cruel con Jos niños y las personas qne se encontraban   por encima dd segundo. Mi padre rechazó las dificul­
              en una posid(m más débil; no porque fuera un cobar­       tades a las que se enfrentaban los vencidos; eligió la
              de,  sino  senci1lamcntc  porque nunca  había sentido     vida fácil y cómoda de los vencedores. De haber teni­
              �: ere.ladera rabia  contra  nadie  más  poderoso  9ue  éL   do su apariencia, entre los vencidos habría podido sentir
              Parecía tomarse su vida� a sí mismo y todo lo que le      el vado a] que todos  los seres humanos se enfrentan
              rodeaba con humor; cuando estaba en público, lleva­       día tras día, un vacío que esperan Henar y que a veces
              ba permanentemente una sonrisa dibuiad� en los labios,    consiguen llenar, aunque, una vez más, raramente sea
              pero era una sonrisa dirigida hacia dentro, no hacia el   así; y esas personas, ese pueblo africano en el que po­
              exterior; esa sonrisa Je servía también para conseguir    dri-a haber encontrado una mitad de sí mismo ... siendo
              algo que quizá ni siquiera se había propuesto: hacía que   también ellos humanos, habrían sentido el vacío y ha­
              a las personas menos poderosas que él les acobardara      brían intentado llenarlo  con lo habitual:  el tiempo
              acercátsele, y al mismo tiempo hacía que las personas     dividido en años, meses, días, o algo parecido.  Ellos,
              más poderosas que él se sintieran cómodas a su lado; y    también ellos, habrían hecho un fetiche de las cosas
              una vez más� aquella sonrisa era un dJsfraz )  algo que se   corrlentes:  la  piel  más  externa  del  pene,  la delgada
              obligaba a hacer en público; se obligaba a sonreír con    membrana en la abertura de la vagina; ellos )  también
              1a misma determinación con que rcprimfa sus deseos        ellos� habrían fabricado cosas; utensilios de materiales
              de 1nirar su imagen reflejada; se trataba de enmascarar   diversos�  de  formas diversas, con utilidades diversas;
              todo Jo <-¡ue: sentía por d prójimo, y todo lo que sentía   ellos, también ellos, habrían observado alguna  mani­
              era negativo. Mi padre nunca me llegó a gustar; quizá     festación violenta de la naturaleza -li cierra quebrándose,
                                                                                                        ' ,
              le amara, pero nunca sería capaz de admitirlo. No me      mares donde solía haber tierrn firme- v habrían inter-
              gustaba. En mi padre concurrían e! hombre escocés y       pretado esas manffestaciones como promesas de algUn
              d pueblo africano; no f.é cómo se sentía él al tcspi:.:cto;   cipo, razones por las que seguir vivos, rituales� y cierta
              no  sé  si  ésa  era u n a de las  cosas  en las que pensaba   consciencia de ser especiales )  puesto que habfan sobt'e­
              cuando se sentaba en una habitación de su  casa, una      vivjdo a la catástrofe; y eiJos >  también  ellos, habrían
              habitación con vistas al mM, el negro mar de Domini­      tenido mitos relacionados con inldos y mitos relacio­
              ca, un  mar que era  una tumba y que encerraba una        nados con finales.  El vacío es el caos del que se han
              historia hecha con el hombre y con el pueblo. Su con­     rescatado  a sí mismos para darle a! >Ún sentido a sus
                                                                                                       ¡,
              dición podría haberle paralizado a la hora de decidir     vidas volviendo síempre sobre sus pasos y siempre de
                                                                            >
              quién ser, hombre o pueblo; por su apariencia externa,    la misma forma. Y esa vida les había sido arrebatada a
              que era de1 color de fa corrupción: oro, cobre, mineral   las personas de aquel pueblo por el hombre escocés o
              (aunque sí le hubiera amado, si fuera benévola con él,    cualquier otro hombre con gcntilido )  incapaz de existir



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