Page 136 - Autobiografia de mi Madre v.2
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Capítulo T/




                                                                       En los momentos en que Pbilip estaba dentro de mí,
                                                                       en a<. 1 uellos momentos en los  q ue el  p lacer  q ue me pro­
                                                                       porcionaban sus arremetidas y retiradas menguaba y no
                                                                       me sentía prisionera de la más primitiva y esencial de las
                                                                       emociones, esa cosa silenciosamente )  secretamente, aver­
                                                                       gonzadamente llamada sexo, mí ímaginación volaba hacia
                                                                       otra fuente de placer. Un hombre que era la antítesis de
                                                                       Phílip. Se llamaba Roland.
                                                                          Su  boca era como  una isfa en el rnar  que ern su
                                                                       rostro; no me cabe duda de c1ue tenía orejas y nariz y
                                                                       ojos  y  todo lo demás,  pero yo sólo veía su boca, a la
                                                                       que sabía capaz de hacer rodas las cosas que suele ha­
                                                                       cer una boca }  tales como tomar alimentos, fruncirse en
                                                                       señal de aprobación o de dis ¡,>usto, sonreír, retorcerse
                                                                       pensativa; en su interlor estaban ios dientes, y detrás de
                                                                       ellos, su lengua. ¿ Por qué le veía de esa  forma,  cómo
                                                                       llegué a verle de esa forma? Para mí era un misterio el
                                                                       hecho de que hubiera estado vivo todo aquel tiempo
                                                                       si� 9ue yo supiera que existía y  q ue aun así me síndera
                                                                       perfectamente  bien -me  acostaba cuando llegaba la
                                                                       noche y era capaz de levantarme por la mañana y dar
                                                                       la bienvenida al  nuevo día sí era de mí agrado,  podía
                                                                       peinarme  y rascarme  y  seguía sintiéndome  perfecta�
                                                                       mente bien-, y él estaba vivo, a veces habitando una
                                                                       casa cercana a la mía, a veces vivjendo en una casa que
                                                                       estaba muy Jej9s, y su exjstencia era corriente y perfec­
                                                                       ta y e q ui p arable a la mía, pero yo no sabía nada de él,
                                                                       aun cuando en algunas ocasiones estuviera lo bastante
                                                                       cerca de mí como para  que yo notara que olía al carga­
                                                                       mento que había estado descar g ando; era estibador.
                                                                          Su boca  p arecía realmente una isla flotando en un
                                                                       mar de color tostado como la leña, extendiéndose de

                                                                                            137
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