Page 146 - Fahrenheit 451
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Saint Louis. Yo me marcho mañana, en el autobús de las rápidamente la casa y Montag sintió que su nariz se dila
cinco, para visitar a un impresor retirado que vive allí. taba y comprendió que estaba tratando de r strearse a sí
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Por fin, salgo a campo abierto. Utilizaré el dinero ade mismo, y que su nariz era, de pronto, lo suf1c1enteme te
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cuadamente. Gracias, y que Dios le bendiga. ¿ Quiere sensible para percibir la pista que había dejado en el aire
dormir unos minutos? de la habitación; y el sudor de su mano estaba pegado a la
-Será mejor que siga huyendo. empuñadura de su puerta, invisible, pero tan abundante
-Veamos cuál es la situación. como la cera en un pequeño candelabro. Su persona es
Faber condujo a Montag al dormitorio y levantó un taba por doquier, dentro, fuera y, sobre todo, era como
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cuadro que había en la pared, poniendo así al descubierto una nube luminosa, un fantasma que volvía a hacer im-
una pantalla de televisión del tamaño de una tarjeta posible la respiración.
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postal. Vio que Faber contenía, a su vez, el aliento, por miedo
-Siempre había deseado algo muy pequeño, algo a lo a introducir en su propio cuerpo aquel fantasma, a que
que poder hablar, algo que pudiera cubrir con la palma dar tal vez contaminado con las exhalaciones del fan
de la mano, en caso necesario, algo que no pudiera avasa tasma y los olores de un fugitivo.
llarme a gritos, algo que no fuese monstruosamente -¡El Sabueso Mecánico está siendo desembarcado de
grande. De modo que, ya ve. un helicóptero, en el lugar del incendio!
Conectó el aparato. Y allí, en la pantalla pequeña, apareció la casa que
-Montag -dijo el televisor. Y la pantalla se ilu mada, y la multitud; y del cielo descendió un helicóptero,
minó-. M-0-N-T-A-G. -Una voz deletreó el nom como una grotesca flor.
bre-. Guy Montag. Sigue en libertad. Los helicópteros «Así, pues, tienen que seguir con su juego -pensó
de la Policía le buscan. Un nuevo Sabueso Mecánico ha Montag-. El espectáculo sigue, aunque la guerra haya
sido traído de otro distrito .. . empezado hace apenas una hora ... »
Montag y Faber se miraron. Contempló la escena, fascinado, sin desear mover e.
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-... Sabueso Mecánico nunca falla. Desde que fue ¡Parecía tan remota y ajena a él! Era un espectáculo d1
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usado por primera vez para perseguir una presa, este in tinto, fascinante de observar, que no de¡aba de producir
vento increíble no ha cometido ni un solo error. Hoy, un extraño placer.
esta cadena se enorgullece de tener la oportunidad de se «Todo eso es para mí, todo eso está ocurriendo por mi
guir al Sabueso, con una cámara instalada en un helicóp causa. Dios mío. »
tero, cuando inicia la marcha hacia su objetivo ... Si lo deseaba, podía entretenerse allí, con toda como
Faber sirvió dos vasos de whisky. didad, y seguir la cacería con sus rápidas fases, sus carre
-Lo necesitaremos. ras por las calles, por las avenidas vacías, atravesando
Bebieron. parques y solares, con pausas aquí y allí para dejar aso a
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- . . olfato tan sensible que el Sabueso Mecánico la necesaria publicidad comercial, por otros calle¡ones
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puede recordar e identificar diez mil olores de diez mil hasta la casa ardiendo de Mr. y Mrs. Black, y así sucesi
hombres distintos, sin necesidad de ser rearmado. vamente hasta aquella casa en la que él y Faber estaban
Faber tembló levemente y miró a su alrededor, las pa sentados, bebiendo, en tanto que el Sabueso Mecánico
redes, la puerta, la empuñadura y la silla donde Montag olfateaba el último tramo de la pista, silencioso como la
estaba sentado. Éste captó la mirada. Ambos examinaron. propia muerte, hasta detenerse frente a aquella ventana.
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