Page 50 - La Casa de Bernarda Alba
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FEDERICO GARCÍA LORCA
ANGUSTIAS: ¿Me compraste el bote de esencia?
LA PoNCIA: El más caro. Y los polvos. En la mesa de tu cuarto los
he puesto. (Sale Angustias).
ADELA: ¡Y chitón!
LA PoNCIA: ¡Lo veremos! (Entran Martirio, Amelia y Magdalena).
MAGDALENA: (A Adela). ¿Has visto los encajes?
AMELIA: Los de Angustias para sus sábanas de novia son preciosos.
ADELA: (A Martirio que trae unos encajes). ¿Y estos?
MARTIRIO: Son para mí. Para una camisa.
ADELA: (Con sarcasmo). Se necesita buen humor.
· MARTIRIO: (Con intención). Para verlos yo. No necesito lucirme
ante nadie.
LA PoNCIA: Nadie le ve a una en camisa.
MARTIRIO: (Con intención y mirando a Adela). ¡A veces! Pero me
encanta la ropa interior. Si fuera rica la tendría de holanda. Es
uno de los pocos gustos que me quedan.
LA PoNCIA: Estos encajes son preciosos para las gorras de niño,
para mantehuelos de cristianar. Yo nunca pude usarlos en los míos.
A ver si ahora Angustias los usa en los suyos. Como le dé por tener
crías vais a estar cosiendo mañana y tarde.
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