Page 89 - De Victoria para Alejandro
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 llegue a tu poder; todavía no me creo lo que me está   filósofos,  pero no es cristiano.  Estoy convencida de
 pasando.  Mi piadosa familia,  y muy especialmente   que su bondad y su cariño por mí le harían aprobar
 mi virtuoso tío José, que procura no hablarme para   mi matrimonio contigo, una vez libre,  pero no puedo
 no  contaminarse  de  impureza,  están  dispuestos  a   adivinar  su  reacción  cuando  conozca  lo  que  está
 encerrarme y a prescindir de mi voluntad para echar   ocurriendo.  Y debo intentar comunicar con él cuanto
 mano al dinero del abuelo. ¡Y encima han encontra­  antes.
 do la justificación en sus leyes para que no les culpe   Te amo.
 su conciencia! Ahora creo que el documento que el   VICTORIA
 tlo José queda que firmase en el barco era un con­
 trato matrimonial según el derecho romano.  Según
 las  leyes  judías  creo  que  las  mujeres  ni  siquiera
 firman su consentimiento. Me casarán según las cos­
 tumbres judías.  Pero no pueden haber olvidado que
 soy  la  hija  de  un  patricio  romano  y  que  todo  el
 derecho de Roma me protege; por tanto,  tienen que
 haber tomado medidas para que mi padre se encuen­
 tre con las manos atadas en su ira. Están caminando
 sobre un filo muy delgado.
 Claro que mi padre no lanzaría el peso de
 la ley romana contra los hermanos de su esposa. ¿O
 sí lo haría para defender a su hija? Mi padre es un
 hombre justo y bondadoso, pero muy orgulloso de su
 raza  romana.  Y no  es  cristiano;  ni el  amor de mi
 madre o el afecto y la convivencia con el abuelo,  ni
 el  conocimiento  y  el  trato  del  apóstol  Pablo  o  de
 Marcos le llevaron a la fe.  Consintió que yo fuese
 bauti:ada, consiente que algunos de sus esclavos re­
 cen a Cristo, y defendió su casa,  sus parientes y sus
 gentes de la loca persecución de Nerón,· cree en un
 Dios, principio de bondad y justicia, al estilo de los
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