Page 84 - De Victoria para Alejandro
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                   -¿  Y  tu  hermano  Daniel?  ¿Por  qué  ha                mi padre,  en su angustia por  mi felicidad,  no se
           aceptado?                                                         ocupará  demasiado  del  dinero.  ¿Es  ése  el  plan?
                   Miriam rió breve, con su risa traviesa.                            Miriam asintió.
                   -Mira, Victoria; ya te dije cuando llegaste                        -Con  una  diferencia.  Entre  nosotros  no
           que no entendías nada. Y  o no tengo tantos conoci­               hay divorcio. Mi hermano te repudiará porque no
           mientos como tú, pero si sé algo: las costumbres no                has sido una buena esposa y tu padre no podrá de
           sólo están fuera de los hombres, están también en                  ninguna manera reclamar nada.
           el interior de nuestras almas. Mi hermano Daniel                           -Jesús dijo que el que repudia a su mujer
           quería ir a Qumrán; no quería casarse, iba a vivir                 y se casa con otra, comete adulterio.
           toda su vida sin mujer, en obediencia; fue el prime­                       -Nuestra ley permite el repudio; las pala­
           ro en decidirlo, antes que Judas.  Incluso tenía el                bras de Jesús no son nuestra ley y no les importan
           permiso de mi padre; pero se rompió la pierna y                    a mi padre ni al tío José.
           no se le curó bien; siempre cojeará. Y  a escuchaste
           que en Qumrán no aceptan a los lisiados; así que                           -¡Y  mientras tanto yo seré la esposa  de
           no  puede ser monje,  y tampoco puede aspirar a                    Daniel!
           una buena boda por su defecto y porque no es el                            -No  creo  que  mi  hermano  te  fuerce  a
           primogénito; su herencia es mucho menor que la                     dormir  con  él,  pero,  según  la ley,  estaría  en  su
           de Efraín y dependerá de lo que mi padre le mejore                 derecho.
           en su testamento. Bien es verdad que ya se ocupa                            -¡  Y son hombres buenos, cumplidores de
           de las caravanas de mi padre, no es un inútil; está                la ley, piadosos!
           un poco amargado porque siente que ha fracasado                             Miriam tragó saliva.
           en sus ilusiones, pero es un buen muchacho y un                             -No estoy  de acuerdo con nada de esto,
           hijo obediente -hizo una pausa- y, pese a lo que                   Victoria. Pero ellos piensan que el abuelo chochea­
           diga la abuela, tú no eres fea  ...  , y ¡el abuelo te dejó        ba  cuando  te  dejó  su  dinero;  tú eres una  gentil,
           un montón de dinero! ¿Es una explicación?                          educada  como  una  romana,  y  el  patrimonio  de
                   Victoria contempló,  sin ver,  el tejido del               Israel no debe salir de manos israelitas. ¿Que im­
           manto con el que estaba cubierta;  con los dedos,                  portan los deseos de una mujer? Además, mi padre
           arrancó una pequeña bolita de lana.                                y el tío José opinan que te han dejado demasiada
                   -Si  acepto a  Daniel,  bien;  si  le rechazo,              libertad y que deben a la memoria de su hermana
           cuando venga mi padre, me darán el divorcio, pero                   el que su sobrina sea una mujer como es debido.
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