Page 16 - De Victoria para Alejandro
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mujer de edad, de la casa de su padre. Aunque En el mar, rumbo a Césarea,
delante de los demás la trataba con respeto, a solas día primero de los idus* de marzo
no olvidaba que la llevó en brazos cuando niña, le del año 11 del César Nerón,
enseñó a rezar cuando murió su madre y le había 65 años después del nacimiento del Señor
acompañado a las reuniones de la Iglesia, de ado
lescente. De Victoria a Alejandro en casa de Pompilio.
-¿Quieres comer algo, niña? Salud
-No tengo apetito.
-No debes dejar que los gruñidos de tu tío
te disgusten, niña. A tu padre no le agradaría. Aprovecho que dentro de unos días haremos
-¿ Crees que he hecho mal? escala. en Rodas para escribirte esta carta. Hasta
-Estos judíos son unos amargados, niña. ahora, el viaje está siendo muy bueno y el tiempo es
Y si son virtuosos como tu tío, más. No has hecho una bendición de sol y luz. El barco navega a vela
nada malo. Tú no haces nunca nada malo, niña. sin necesidad de que se empleen los remeros y todos
-Dice que no conozco mis obligaciones de los marineros están contentos. Yo paseo por cubierta,
muJer. disfruto del sol y del aire limpio y hago planes para
-Mira, niña. Tal vez no sepas las obliga el porvenir. Luego, rezo porque mis deseos puedan
ciones de una mujer judía, pero tú eres romana y realizarse y Dios bendiga nuestro amor.
has sido educada por los mejores pedagogos de He meditado mucho sobre nuestra situa
Roma. Tienes la educación de una dama romana, ción, querido Alejandro. Estamos rodeados de perso
y si además tu abuelo te enseñó algunas otras co nas buenas y que nos estiman, pero pese a eso, ¡qué
sas .... , eso no estorba. Creo que el amo no cSabía dificil es nuestro amor! De todas formas, ya sabes
con quién te enviaba de viaje. que soy mucho más optimista que tú.
-No critiques, Prisca. El tío José pertene Ya sé que la familia de mi padre es impor
ce a los monjes de Qumrán*. No se casan, no tante en Roma y que mi padre es senador. Pero es
poseen nada, se dedican a la oración y el ayuno. El un hombre bueno y justo que nunca prohibió a mi
tío José es un hombre santo. madre su fe cristiana y que dejó que yo fuese bauti
-¿ Y quién lo duda? Te voy a buscar un zada. Sé, me lo ha dicho más de una vez, que jamás
vaso de leche y algo de fruta si la hay en este barco. me casará contra mi voluntad. Y que la riqueza o el
Luego seguirás con tu carta. prestigio de un futuro esposo no pesarán en su volun-