Page 126 - De Victoria para Alejandro
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inquietud que has soportado tú. Gesio Floro está Debías haber tenido más confianza en mí. No está
aterrorizado pensando en mi informe en Roma. bien que todos supiesen más que tu padre que
Tiene motivos para estarlo. He firmado los docu tanto te quiere. Yo no deseo más que tu felicidad.
mentos de la herencia con tu tío Simeón. Ha dado Y a hablé con Alejandro para que negociase su
las suficientes garantías de los pagos pendientes y libertad. Si tanto empeño tienes, emplearemos en
mi administrador cuidará de que cumpla los pla ello el dinero de tu abuelo.
zos. Mañana, al alba, nos esperan los hombres que Victoria abrazó las rodillas de su padre,
he contratado. que reía.
Marta aprobó. -¡Padre!
-Harás bien en marchar. Hay demasiada El hombre también reía. Se dirigió a la
violencia* en Judea. otra niña, que escuchaba con los ojos brillantes.
-Hay demasiada violencia en el imperio -Miriam, ¿quieres venir con nosotros a
romano, querida Marta. Roma está desquiciada, y Roma?
-esto no lo diría delante de ningún otro- el empe La niña sonreía.
rador cada vez más trastornado; y cuando el empe -Y o soy judía, senador Cornelio. Pero
rador no es justo y lúcido, los que gobiernan en su gracias. Acuérdate de mí con cariño. Cuando sea
nombre se corrompen y tiranizan al pueblo. Enton mayor y esté casada, me gustaría volver a ver a
ces estallan las revueltas y todos sufren. En Roma, Victoria.
las delaciones por dinero están a la orden del día y
los buenos hombres de Roma mueren por orden de
la locura de Nerón. Ése era uno de los motivos por
los que permití que Victoria viniese a Palestipa.
Roma no es una ciudad segura. Antonia y los En Betania, dia segundo de las calendas
niños están en Cap u a, en la finca. Nosotros vol de septiembre
veremos despacio, por tierra. Quiero disfrutar de
la compañía de mi hija antes que ese Alejandro se De Victoria para Alejandro en casa de Pompilio.
la lleve. Salud
-¡Padre!
-¿No te he dicho que me llevó tus cartas? Querido Alejandro:
También hablé con Antonia. Todo está dicho, hija. Que la bendición de Nuestro Señor sea con-