Page 129 - De Victoria para Alejandro
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tigo y con todos los de tu casa. Es de noche y todos nen a él tan resentido con su cojera. Será mi regalo
duermen,· te escribo a la luz de la lámpara, pero de despedida.
no quiero esperar. Mañana emprendemos el cami Saluda a los hermanos que se reúnen en
no de regreso, aunque mi padre quiere hacerlo casa de Pompilio. Hasta pronto.
despacio para estar fuera de Roma por un tiempo. Te ama,
No puedo decirte lo feliz que me siento; es como VICTORIA
si hubiese despertado de una espantosa pesadilla.
Tu idea de mostrar mis cartas a mi padre ha sal
vado nuestro amor y nuestras posibilidades de feli
.
cidad.
No nos despediremos de nadie de mi fami
lia,· sólo la anciana Marta y mi prima Miriam nos
desearán huen viaje. No hay nada que decir. Cada
uno llevará la recompensa por sus acciones. Que
Dios les perdone.
Ha sido un viaje que no se borrará nunca
de mi memoria. He vivido demasiadas cosas en estos
meses. Éste es otro mundo y ahora comprendo mejor
muchas de las cartas de Pablo* que mi abuelo me
hacía copiar.
He cumplido mi misión que me confió la
iglesia de Roma y he dejado a los cristianos de
Jerusalén fa copia del Evangelio de Marcos, aunque
creo que no lo han estimado mucho. Prefieren su
propia forma de contar fo sucedido. Además, he
hecho tres copias más: una que he dejado a Marta
en Betania, otra a mi primo Judas en Qumrán y la
tercera se la daré mañana a Miriam para Daniel. No
puedo odiarle. Tal vez las palabras del Señor que
preferfa a los pobres, los ciegos, y los cojos, le ilumi-