Page 95 - Narraciones extraordinarias
P. 95

tamente, las únicas deducciones adecuadas, en las que inevi­  esta conclusión de manera inequívoca, no podemos rechazar­
 tablemente se origina mi sospecha como única conclusión. En   la tomando en cuenta impedimentos evidentes. Sólo debemos
 qué consiste esta sospecha, no lo diré todavía. Sólo deseo que   demostrar que cualquiera de estos evidentes im p edimentos,
 usted comprenda que, para mí, tiene la fuerza suficiente pa­  realmente no existe. Bien, hay dos ventanas de bastidor co­
 ra darle un determinado giro a mis indagaciones en aquella   rredizo, que suben y bajan, en la habitación. Una de ellas no
 habitación. Trasladémonos en imaginación a esa sala. ¿Qué   está obstruida por el mobiliario, y queda completamente vi­
 es lo primero que buscaremos allí? Los medios de evasión uti­  sible. La parte inferior de la otra permanece oculta por la ca­
 lizados por los asesinos ¿verdad?   becera  d e l   pesado  armazón  de  la  cama,  q u e   e s t á
 Me limité a asentir, y Dupin continuó:   estrechamente pegado a ella. La primera  e   dichas ventanas
                                                d
 -Ni usted ni yo creemos en acontecimientos sobrenatu­  se hallaba cerrada y asegurada por dentro, y resistió a los más
 rales. Madame y Mademoiselle L'Espanaye no han sido ase­  violentos esfuerzos  de  los que trataron  de  levantarla;  en
 sinadas por espíritus. Los que cometieron el crimen son seres   la  parte  izquierda  de  su  bastidor  habían  barrenado  un
 materiales, y escaparon por iguales medios. ¿Cómo? Hay una   agujero, y hundido allí un grueso clavo casi hasta la cabeza.
 sola manera de razonar sobre este punto, y esa manera debe   Examinando la otra ventana, se descubrió en ella otro clavo
 conducimos a una solución precisa. Está claro que los asesi­  similar, y  todos  los  intentos  para subir el bastidor fracasa­
 nos se encontraban en la habitación donde fue hallado  el   ron también. La policía  quedó  convencida  de  que la fuga
 cuerpo de mademoiselle L'Espanaye, o en el cuarto contiguo,   no  podía  haberse  efectuado  por  ahí, y, por lo consiguien­
 cuando el grupo de personas subió por la escalera. De modo   te, consideró  superfluo  extraer  esos  clavos y levantar las
 que basta con investigar las salidas que tienen estos dos luga­  ventanas.  Mi  examen  fue  algo  más prolijo. Razoné de es­
 res. La policía ha dejado al descubierto los pisos, los techos,   te modo  a  posterio1i:  los  asesinos  han  escapado  por una
 y la mampostería de las paredes en todas direcciones. No obs­  de esas ventanas, y es imposible que hayan vuelto a cerrar los
 tante, no he querido fiarme de sus ojos, y lo he examinado to­  bastidores por dentro.  Esta  consideración,  por  su eviden­
 do con los míos. Por lo tanto puedo afirmar que no existían   cia,  fue  la  que  atascó  las investigaciones de la policía. Pe­
 pue,tas secretas, y las dos de las habitaciones que dan al pasi­  ro el hecho era que las ventanas estaban cerradas  y bien
 llo, estaban cerradas con  llave por dentro.  Las chimeneas,   aseguradas. Se hacía entonces necesa,io que pudieran cerrar­
 aunque de ancho corriente, no podrían dar cabida ni a un ga­  se por sí mismas; no había manera de escapar a esta conclu­
 to corpulento. En consecuencia,  la imposibilidad de escape   sión. Fui hasta  la  ventana libre de estorbos, extraje el clavo
 por los medios ya indicados es absoluta, y no nos quedan más   con cierta  dificultad,  y  probé  a  subir el bastidor. Como me
 que las ventanas. Por la habitación que da a la fachada prin­  figuraba, resistió a todas mis manipulaciones, y en ese instan­
 cipal, nadie hubiera podido huir sin ser visto por la muche­  te sospeché que había un resorte secreto. Una cuidadosa ins­
 dumbre que había en la calle. Ello significa que los asesinos   pección me hizo descubrirlo. Lo presioné, y satisfecho con mi
 salieron por las ventanas de la habitación trasera. Llevados a   hallazgo, me abstuve de levantar el bastidor. Volví a colocar

 92                                 93
   90   91   92   93   94   95   96   97   98   99   100