Page 44 - Narraciones extraordinarias
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-iCielo santo! -exclamé, en cuanto los lentes cabalgá­             -iNada! No sé nada de él, pero yo tuve un antepasado
             ron sobre mi nariz-. lQué ocurre con estos anteojos  ...  ?        qm: se apellidaba así.  ..
                Quitándomelos  rápidamente,  los  limpié  afanosamente             -¿y tiene algo que decir de ese apellido? iEs muy res­
             con un pañuelo de seda, y volví a ajustármelos. Pero si en el      pvtable! Como también lo es Voissart. iSí, ese es otro apelli-
             primer momento había ocurrido algo que me había llenado           1h l  importante! Mi hija, nwdemoiselle Moissart, se casó con
             de sorpresa, en seguida esta sorpresa se convirtió en asom­        Monsieur Voissart, y ambos apellido son respetabilísimos.
             bro; un  asombro extremado, inmenso, escalofriante. En nom­           -lMoissart y Voissart?  -interrogué atónito  -.  lQué
             bre de todas las cosas horribles de este mundo  ...  l.qué era     1·.�1:i diciendo?
             aquello? lPodía dar crédito a lo que estaba viendo? lEra  ...         -iEstoy diciendo Moissart y Voissart, y además quiero
             eso  ... colorete? ¿y esas  ... eran anugas? ¿Arrugas en el rostro   111-l'ir Croissart y Froissart. La hija de mi hija, mademoiselle
             de Eugenia Lalande? iOh, por Júpiter! lQué  ...  , qué había pa­   V11issart, se casó con monsieur Croissart, y luego, la nieta de
             sado con sus dientes? Arrojé los anteojos al suelo, mudo de        1111 hija mademoiselle Croissart, se casó con mosieur Froissart.
             terror, mirando cara a cara a la señora Simpson con los bra­        ' :-11pongo que no objetará usted que éste es igualmente un
             zos puestos en jarra, riendo sarcásticamente.                      ,qH'llido distinguido.
                -Bien, señor -dijo, después de ohservarme de pies a ca­             -iFroissart!  -musité, sintiendo que comenzaba a des-
             beza durante unos momentos-. lQué le ocurre? lLe ha ata­           111.iyarme-. lEn verdad usted ha dicho Moissart, Voissart,
             cado el baile de San Vito? lO es que no le gusto?                  <  111issart, y Froissart?

             .  ,  -iMiserable! -exclamé, conteniendo la respiración  -.            -Exactamente  - asintió,  tendiéndose  en  el  sofá-.
             ITu  ...  , usted  ...  , usted no es más que una vieja bruja!     1\1 11issart y Voissart, Croissart y Froissart. Desgraciadamente,
                -lVieja? lBruja? No soy tan vieja al fin y al cabo, pues­       l ·111issart era lo que se llama un estúpido, un auténtico estúpi­
             to que no he pasado un día de los ochenta y dos.                   d11 que abandonó la be/le France para venir a esta insulsa
                .  -iOchenta y dos años! -grité, tambaleándome y retro­         •\ 111C '.rica. Aquí, según he oído decir, tuvo un hijo tan estúpi-
            cediendo hasta la pared-. iOchenta mil demonios! iLa mi­            1111 n  11110 él, llamado Napoleón Bona  parte Froissart, pero us-
            niatura decía veintisiete años y siete meses!                       1, d reconocerá que este nombre es también muy honorable.
                -Sin duda alguna, eso es verdad. Pero ese retrato fue               Ya sea por su extensión o por su naturaleza, este pequeño
            pintado hace más de cincuenta años. Cuando me casé con mi           d1•,rurso produjo una gran pasión en la señora Simpson, y
            segu do esposo, 1 osieur La  lande, me hizo ese retrato la hija
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            de m1 pnmer mando monsieur Moissart.                                1 11.1mlo terminó de hablar, saltó de su sillón como una perso-
                -lMoissart?                                                     11,1 l'lllhrujada, esparciendo por el sucio una enorme cantidad
                -Sí Moissart. -Se burló ella, imitando mi pronuncia-            d1· H·llcnos que se desprendieron de sus ropas. Ya en pie,
                    ?
            ción francesa, que no era muy buena  -. i,Qué sabe usted so­         11111:,I ró sus desnudas encías, y concluyó la función quitándo­
            bre Moissart?                                                        ,1• l"I sombrero y con él una valiosa peluca de rizos negros, y,

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