Page 290 - Narraciones extraordinarias
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con valentía su dolencia negándose a guardar reposo, mas,              cuando había ausencia de antorchas, una ola de intensos
           luego  de  su  breve  aparición,  sucumbió  y  supe  que               rayos de luz bañaba el lugar con un espectral e inadecuado
           probablemente no  la vería nunca más, por lo menos en                  esplendor.                                     .
                                                                 �
           esta vida.                                                                 Ya  mencioné  que  en  el  estado  del  paciente  su
               En los días que siguieron, ni U sher ni yo mencionamos             nerviosismo  soportaba  sólo  la  música  de  algunos
           su nombre. Durante este periodo me entregué con esfuerzo                instrumentos de cuerdas. Y  quizás fueron los estrechos
           a aliviar la melancolía de mi amigo. Pintábamos y leíamos               límites que él mismo le había entregado a la guitarra, los
           juntos,  o yo escuchaba sus  extrañas  improvisaciones en               resultados fantásticos de su obra. Pero no es posible explicar
           laúd. De esta manera, se fue estrechando nuestra intimidad  '           la férvida facilidad de sus impromptus. Debían ser tanto
           lo  que  me permitió  introducirme  en  los  lugares  más               las notas como las extrañas fantasías de sus palabras, pues
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           recónditos de su alma y llegar a descubrir que cualquier                no pocas veces él acompañaba sus im r visaciones con
           esfuerzo por alegrar a aquel sujeto era totalmente inútil;              versos intercalados, y también ese sent1m1ento mtenso de
           pues él, con su oscuro espíritu, esparcía tinieblas por todos           recogimiento mental y su consiguiente excitación, que ya
           los objetos, tanto fisicos como morales.                                he explicado antes. Recuerdo una rapsodia en particular,
                                                                                                                                �
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               Creo que siempre recordaré las interminables horas                  ya que a través de esta interpretación  ude p rcibir que
           que  pasamos  juntos.  Sus  cantos fúnebres  resonarán                  Usher tomaba conciencia de que su razon vacilaba sobre
           eternamente en mis oídos. En especial, mi memoria guarda                 su  trono.  Los  versos,  que él  mismo  tituló  El palacio
           una singular y extraña ampliación del último vals de Von                 encantado, decían más o menos así:
           Weber. De sus pinturas, ¡qué puedo decir de sus pinturas!
           Es imposible  describir  lo  que mi amigo creaba con su                                               I
           imaginación.  Me  llamaba  la  atención  la  sencillez  y                             En el más verde de nuestros valles,
           desnudez de los diseños, en otras palabras, si un ser humano                             habitado por ángeles buenos,
           pintó alguna  vez  una  idea,  ese  fue Roderick Usher.  La                      se erguía un hermoso y majestuosos palacio.
           menos abstracta de sus representaciones era un pequeño                               En los dominios del rey Pensamiento,
           cuadro que recreaba el interior de una cueva o largo túnel,                                     ¡allí se elevaba!
           cuyas paredes eran lisas, sin ningún tipo de adorno. Ciertos                            Jamás un serafín desplegó el ala
           elementos ayudaban  a  comprender  que  esta  cueva  se                                       sobre cosa tan bella.
           encontraba a  mucha profundidad bajo la  tierra,  y  aun


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