Page 292 - Narraciones extraordinarias
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II V
Banderas amarillas, gloriosas y doradas Pero seres malignos, vestidos de luto,
flotaban y ondeaban sobre su techo invadieron los dominios del monarca.
( todo esto fue hace mucho (¡Ah, duelo y luto! ¡Nunca más
muchísimo tiempo) nacerá el sol sobre él!)
y a cada brisa que retozaba Y alrededor de su mansión, la belleza
en aquellos gratos días, que antaño florecía entre rubores
a lo largo de los muros pálidos es sólo una olvidada historia
se elevaba un aroma alado. sepultada en viejos tiempos.
III
Los que vagaban por ese alegre valle, VI
a través de dos ventanas iluminadas, veían Y ahora los viajeros, desde el valle,
espíritus moviéndose musicalmente a través de las ventanas rojizas,
y al ritmo de un laúd bien templado, ven amplias formas que se mueven
en tomo al trono donde, sentado en una fantasmal y desacorde melodía;
( ¡ Porfirogénito ! ) mientras, como un rápido y horrible río,
con una fausta pompa digna de su gloria, por la pálida puerta
aparecía el señor del reino. sale una horrenda multitud que ríe ...
riendo, pero sin sonreír nunca más.
IV
De refulgentes perlas y rubíes Recuerdo bien que a raíz de las sugestiones nacidas de
era la puerta de tan hermoso palacio, esta balada conversamos acerca de nuestros pensamientos
por la que salía a oleadas, a oleadas, y Usher manifestó una opinión que me parece interesante
y centelleaba sin cesar, rescatar, no por su novedad, pues antes otros lo han
una turba de Ecos cuya grata misión pensado, sino por la obstinación con la defendía. Afirmaba
era sólo cantar, la sensibilidad propia de todos los seres naturales, pero en
con voces de magnífica belleza, su fantasía, llegó a incorporar dentro de la misma categoría
el talento y el genio de su rey.
el reino de lo inorgánico. Esta idea se relacionaba con las
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