Page 288 - Narraciones extraordinarias
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de hablar lenta, pesada y hueca a una pronunciación densa miedo".
equilibrada y modulada, que puede observarse en u� Reconocí también, por medio de insinuaciones, otro
borracho perdido o en un fumador de opio en sus periodo rasgo de su particular situación mental. Estaba rodeado de
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de máxima excitación. supersticiones relacionadas con la morada donde vivía, de
De esta manera se refirió a mi visita, a las ganas que la cual no se había atrevido a salir en años. Supersticiones
tenía de verme y a la alegría que esperaba encontrar en mí. de alguna oscura energía que provenía del aspecto físico
Me explicó largamente la naturaleza de su enfermedad. de la casa, de los muros, de las torres y del estanque, que
Era un mal de familia -dijo- una simple afección nerviosa influía en su espíritu, en la moral de su existencia.
que acabaría pronto. Se manifestaba en una multitud de Admitía, no obstante, y con especial tristeza, que el
sensaciones anormales, las cuales, a medida que las iba origen de su dolencia podía deberse a una razón mucho
detallando me impresionaron y desconcertaron, aunque más palpable y natural: la cruel y cercana muerte de su
principalmente por el tono del relato y los gestos de mi querida hermana, su única compañera durante largos años.
amigo. Sufría de una agudeza de los sentidos: no podía "Su muerte -dijo- me convertirá a mí en el último
comer otra cosa que alimentos insípidos, usar ropa de sobreviviente de la antigua raza de los Usher".
determinadas texturas, los perfumes de las flores le Mientras decía esto, Lady Madeline -que así se llamaba
molestaban horriblemente, la luz más débil dañaba sus ojos, la hermana- pasó a través de la habitación sin siquiera notar
y soportaba sólo algunos sonidos, entre ellos, los m i presencia. La miré con enorme asombro y no
instrumentos de cuerda eran los únicos que no le producían desprovisto de pavor seguí sus pasos con la mirada. Cuando
terror. desapareció tras la puerta, busqué instintivamente el rostro
Noté que era un esclavo sometido a un especial pavor. de su hermano, pero este había hundido la cara entre las
"Moriré -dijo de pronto-, tengo que morir de esta espantosa manos y sólo pude percibir una palidez mayor que la
locura. Así y no de otra manera debo morir. Me sobrecojo habitual en sus dedos, por entre los cuales se escapaban
al pensar en el futuro, en sus consecuencias. Tiemblo al unas tristes lágrimas.
pensar en cualquier situación que pueda interferir en mi La enfermedad de Lady Madeline había burlado
estado. Aborrezco totalmente el peligro, salvo su efecto durante mucho tiempo la ciencia de los médicos. Su
absoluto: el terror. En esta lamentable condición creo que diagnóstico consistía en un agotamiento y apatía hacia la
llegará el momento en que la vida y la razón me abandonen vida y de vez en cuando, algunos ataques de carácter
al mismo tiempo, en alguna lucha con mi fantasma: el epiléptico. Hasta la tarde de mi llegada había soportando
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