Page 244 - Narraciones extraordinarias
P. 244
Es imposible que un acto se haya planeado con más prendí murmurando, casi en voz alta, las siguientes pala
perfección. Durante meses medité el asesinato. Rechacé bras: "Estoy libre, estoy libre siempre que no sea lo bas
mil planes porque su ejecución tenía cierta posibilidad de tante estúpido como para confesar abiertamente".
ser descubierto. Al final, gracias a la lectura de unas nove Apenas terminé de pronunciar esta frase, sentí un frío
las francesas, me enteré de la historia de madame Pilaf glaciar que penetraba en mi corazón. Tenía ya cierta expe
quien murió por obra de una vela envenenada. Como sa� riencia con estos arrebatos de perversidad -cuya naturale
bía que mi víctima acostumbraba leer en su pequeña y mal za he tratado de explicar-, y recordaba que jamás había
ventilada habitación, esta historia me impresionó. Pero, logrado resistir sus ataques. Y ahora, la idea de delatarme
no creo necesario cansarlos con detalles; no necesito des me enfrentaba como la misma sombra del asesinado y me
cribirles lo fácil que fue sustituir la vela original por la de empujaba a la muerte.
mi propia fabricación. A la mañana siguiente, fue hallado En un principio intenté ahuyentar esta pesadilla de mi
muerto y la resolución del médico forense fue "Muerto espíritu. Anduve lo más de prisa que pude; terminé co
por voluntad de Dios". tTiendo. Sentía un enorme deseo de gritar a viva voz. Cada
Heredé su fortuna, y por algunos años todo estuvo bien. minuto que avanzaba mi pensamiento me llenaba de te
Personalmente me encargué de hacer desaparecer la vela rror, pues yo sabía que en mi situación "pensar" era per
fatal y borré toda huella que me delatara. Me enorgullecía derse. Aceleré el paso, salté por las calles llenas de gente,
satisfactoriamente cada vez que pensaba en mi absoluta hasta que esta se alarmó y comenzó a perseguirme. Fue
seguridad. cuando sentí que mi destino se había consumado. Si hu
Durante un tiempo me acostumbre a gozar de aquel biera podido arrancarme la lengua, lo habría hecho, pero
sentimiento, el cual me daba un placer aún mayor que los oí una voz ruda y sentí una mano firme que me ,sujetaba el
beneficios materiales que conseguí a través del crimen. hombro.
Pero, llegó un momento en que el gozo se fue transfor Me volví y abrí la boca para respirar, y sentí durante
mando, lentamente, en una idea obsesiva que no me a�an un minuto todas las angustias del ahogo: me quedé ciego,
donaba. Al igual que el estribillo incansable de una can sordo y aturdido. De pronto, pensé, un demonio invisible
ción se repite en nuestro oído, esta idea se mantenía en mi me golpeó con su enorme mano la espalda, y el secreto
mente, y me descubrí en varias ocasiones repitiendo en que hube guardado tanto tiempo, escapó de mi alma.
voz baja: "estoy libre". Dicen que hablé y que me expresé con claridad. Que
Incluso un día, mientras paseaba por las calles, me sor- declaré mis ideas en forma apasionada y rápida, como te-
242 243