Page 62 - Hamlet
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CLAUDIO.- ¡Amor! ¡Qué! No van por ese camino sus afectos, ni en lo que ha dicho;
                  aunque algo falto de orden, hay nada que parezca locura. Alguna idea tiene en el ánimo que
                  cubre y fomenta su melancolía, y recelo que ha de ser un mal el fruto que produzca; a fin de
                  prevenirlo, he resuelto que salga prontamente para Inglaterra, a pedir en mi nombre los
                  atrasados tributos. Acaso el mar y los países diferentes podrán con la variedad de objetos
                  alejar esta pasión que le ocupa, sea la que fuere, sobre la cual su imaginación sin cesar
                  golpea. ¿Qué te parece?

                       POLONIO.- Que así es lo mejor. Pero yo creo, no obstante, que el origen y principio de
                  su aflicción provengan de un amor mal correspondido. Tú, Ofelia, no hay para qué nos
                  cuentes lo que te ha dicho el Príncipe, que todo lo hemos oído.






                  Escena VII




                  CLAUDIO, POLONIO




                       POLONIO.- Haced lo que os parezca, señor; pero si lo juzgáis a propósito, sería bien
                  que la Reina retirada a solas con él, luego que se acabe el espectáculo, le inste a que la
                  manifieste sus penas, hablándole con entera libertad. Yo, si lo permitís, me pondré en
                  paraje de donde pueda oír toda la conversación. Si no logra su madre descubrir este arcano,
                  enviadle a Inglaterra, o desterradle a donde vuestra prudencia os dicte.

                       CLAUDIO.- Así se hará. La locura de los poderosos debe ser examinada con
                  escrupulosa atención.






                  Escena VIII
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