Page 145 - Romeo y Julieta
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ROMEO Y JULIETA
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 Baltasar: Cuando estaba semidormido bajo estos arbustos   en mi corazón y dame la paz! (Cae sobre Romeo. Muere).
 soñé que mi señor desafiaba a otro caballero y le mataba.   (Entra La Ronda guiada por el Criado de París).
 Fray Lorenzo: ¡Romeo! (Avanzando). ¡Dios mío! ¿de quién   Criado: Ahí es, donde brilla la antorcha.
 es esta  sangre que cae por las gradas del mausoleo? ¿Qué   Guardia l: Hay sangre en el suelo. Registrad el cementerio.
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 hacen en este pacífico lugar estas espadas ensangrentadas?   Detened a quienes encontréis. (Salen algunos gua dias). ¡ ué
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 (Entra en el mausoleo). ¡Romeo! ¡Pálido como la muerte! ¡Y   horrible  espectáculo! El conde París muerto, y J h t , a q ien
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 Paris, cubierto de sangre ... ! ¿A qué hora ocurrió este hecho   sepultamos hace dos días, yace sangrando, todav1a t1b1a.  Avisad
 terrible? ¡La doncella se mueve! OuLieta despierta).   al Príncipe, despertad a los Capuleto, llamad a los Montcsc . ¡Y
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 Julieta: ¡Oh, querido padre! ¿dónde está mi esposo? Yo estoy   ustedes, continuad el registro! (Salen otros  guardias). Los cadave­
 donde recuerdo que vos dijisteis que debería estar. ¿ Y Romeo?   res están a la vista, pero no las circunstancias de estas muertes.
 Fray Lorenzo: Oigo ruido. Dejemos este lugar de infecciones,   (Entran algunos Guardias con Baltasar).
 este lecho de fingida muerte. Una poderosa voluntad superior   Guardia 2: Este es el criado de Romeo. Estaba dentro del
 ha desbaratado mis planes. Ven,  sígueme. Tu esposo  yace   cementerio.
 muerto a tu lado, al igual que Paris. Te llevaré a un conven­  Guardia 1: Sujetadle hasta que venga el Príncipe.
 to de santas hermanas. Y no me hagas preguntas porque se
 aproxima la ronda. Sígueme, pobre Julieta. (Se oyen voces).   (Entran otros Guardias con Fray Lorenzo).
 Vamos, que aquí no podemos quedarnos más tiempo.   Guardia 3: Encontramos a este fraile temblando y llorando.

 Julieta: Idos. De aquí yo no me moveré. (Sale Fray Lorenzo).   Salía del cementerio con una barra y un azadón.
 ¿ Y esto?¿ Una copa en su mano? ¡Esposo mío, adelantaste tu   Guardia 1: Detenedle también. Su presencia aquí es sos­
 muerte con veneno! ¡Qué mezquindad! No dejaste siquiera   pechosa.
 una gota para que pudiera seguirte ... !  Besaré tus labios:   (Entra el Príncipe y su séquito).
 quizá tengan todavía un poco de veneno como para morir   Príncipe: ¿Qué cosa tan grave ha ocurrido como para que
 besándolos ... (Le besa). ¡Aún están tibios!   me despertéis tan temprano y coreéis mi reposo?
 Guardia 1: (Dentro) Guiadme. ¿Dónde está?   (Entran Capuleto, la Sra.  de Capuleto y varios).

 Julieta: Oigo pasos. Debo terminar pronto.  (Cog La daga   Capuleto: ¿A qué tantos gritos en la calle?
 de Romeo). ¡Dulce daga, éste es  u   sitio! (Se hiere). ¡Descansa
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