Page 148 - Romeo y Julieta
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ROMEO Y JULIETA
                            \'VILLIAM SH/\KESPE'-\RE                                          .... .... ···•·•   .......... .

                                                                                                                                �
              de ello  ... Entonces, y calculando la hora en que Julieta debía    alguien apareció con una antorcha y empezó a abrir  n sepul­
              despertar, me vine al cementerio para sacarla del mausoleo y        cro. Entonces mi señor desenvainó y yo corrí a pedlf ayuda.
              llevarla a mi convento, donde la mantendría oculta hasta que        Príncipe: Esta carta confirma las palabras del fraile. En ella
                                                                                                                                  _
              pudiera avisar a su esposo  ... Pero cuando llegué, momentos         habla de su  amor, del anuncio  de la muerte de Julteta, de
              antes de que ella despertara, encontré muertos al noble Paris y      que compró veneno a un boticario de Manma para poder
              al fiel Romeo. Julieta despierta, y yo le suplico por Dios que me    morir y descansar al lado de Julieta  ... ¡Capuleto! ¡Montesco!
              siga y que respete la voluntad suprema. Oigo pasos, entonces, y      ¡He aquí, enemigos, el castigo que recibís por v ues ros odios!
                                                                                                                                :
              me aparto de ella temeroso. Y luego ella, desesperada al parecer,    Sirviéndose del amor, el cielo os ha privado para siempre de
                                                                                                                                       �
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              se da muerte  . . . Es todo lo que puedo decir. Del matrimonio       toda alegría  ... Y a mí, por no poner fin a vuestr s rencor s,
              puede dar testimonio su nodriza. Y si hay culpa mía en algunos       me ha privado de dos de mis parientes. El casngo de D10s
              de estos hechos, aplicadme todo el ri or de la ley y poned fin       nos ha herido a todos.
                                               g
              a las pocas horas de vida que aún me van quedando.                   Capuleto: •  Pasadme vuestra mano, hermano Montesco! Es
              Príncipe:  Siempre os hemos considerado un varón santo y             lo  que hab�ía querido ver mi hija viuda. Es lo  único  que
              virtuoso. Oigamos ahora al criado de Romeo. ¿Qué puedes              me atrevo a pediros.
              decir tú?                                                            Montesco: Pero yo os daré algo más. Prometo hacer erigir una
              Baltasar: Yo le di a mi señor la noticia de que Julieta había        estatua de oro de la hermosa J  ulieta, para que mientras exista
              muerto. A toda prisa vinimos desde Mantua a  este lugar.             Verona se conserve el recuerdo de su fidelidad y constancia.
              Ya en este  mismo  mausoleo, Romeo  me dio la carta que               Capuleto: Y a su lado yo haré erigir otra igual para Rom o,
                                                                                                                                       �
              aquí véis, pidiéndome que se la hiciera llegar temprano  a            para que siempre esté al lado  de su esposa. ¡Inocentes vic-
              su señor padre. Luego entró  a  la cripta y me amenazó de             timas de nuestra enemistad!
              muerte si le seguía y no le dejaba solo.                              Príncipe: Tardía paz la de este amanecer. El sol no alumbrará,
              Príncipe: Dame la carta. ¿  Y dónde está el criado del conde,         entristecido. Retiraos. Ya volveremos sobre estos crueles he­
              el que avisó a la ronda? A ver,  muchacho, ¿por qué estaba            chos. Habrá perdón para algunos, castigo para otros. N nca
                                                                                                                                      �
              aquí tu señor?                                                        se vio una historia tan triste como esta de Romeo y Juheta.
              Criado: Vino  a traerle Rores a su novia. Me ordenó que le
                                                                                    (Salen todos).
              esperara fuera del mausoleo, y yo cumplí sus órdenes. Pero

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