Page 143 - Romeo y Julieta
P. 143
ROMEO Y JULll.:.fA
WJLLIAM SHAKESPEARE
los arrecif es agudos a. esta nave desarbolada, a este barc �
y Julieta iban a casarse ... ? ¿Fue eso lo que me contó, o yo
lo soñé? ¿O es que estaba yo loco y pensé que nombraba harto de navegar! ¡Brindo por ti, amada! (Bebe). ¡Oh, que
a Julieta ... ? Noble París, tu nombre -como el mío- estaba rápidos son los ef ectos de tu elixir, honesto boticario! Basta
escrito en el funesto libro del destino. Te espera, ahora, un un beso ... y muero ... (Cae).
triunfal sepulcro. ¿Digo "sepulcro"? No: una morada de (Entra Fray Lorenzo. Trae una antorcha, un azad6n y una
luz, noble joven, pues en ella duerme Julieta, y eso basta ban-a de hierro).
para iluminar y embellecer esta cripta. ¡Yace pues a su lado F ay Lorenzo: •Por el santo hábito de San Francisco! ¡Esca
r
b ' .n . . ,
i
•
muerto, sepultado por un muerto! (Pone a París sobre una noche mis viejos pies tropiezan con codas 1 as tum as. l'-<- men
de las tumbas). Dicen que los moribundos tienen un deste va ahí, entre los muertos?
llo alegre de conciencia segundos antes de morir. ¡Amada Baltazar: Un buen amigo vuestro.
mía, esposa mía, este es mi último destello! ¡La muerte que Fray Lorenzo: ¡Bendito seas, hijo! Pues dime, ¿para qué
robó la miel de tus labios, no pudo robarte tu hermosura! sirve esa antorcha, iluminando a gusanos y calaveras? Me
Aún irradia en la luz rosácea de tus labios y mejillas, que la parece que arde en el mausoleo de los Capuleto.
muerte no ha podido apagar ... Y tú, Teobaldo, ¿me oyes,
querida sombra? ¿Qué podría hacer aún por ti? Esta mis Baltasar: Cierto, padre mío. Ahí está mi señor, a quien
ma mano que segó tu vida, segará ahora la del que fue tu tanto queréis.
enemigo. Te pido perdón por última vez ... Julieta mía, ¿por Fray Lorenzo: ¿Q uién es tu señor?
qué continúas siendo tan hermosa? ¿Será porque la muerte Baltasar: Romeo.
también es capaz de amar y quiere tenerte para siempre como Fray Lorenzo: ¿ y desde cuándo está ahí?
su amante en la tenebrosa oscuridad? Para salvarte de ello, Baltasar: Desde hace una media hora.
yaceré contigo en esta sombría gruta de la noche. Yaceré
con los gusanos, que son ahora tus únicas camareras. Aquí Fray Lorenzo: Sígueme.
descansaré para siempre, libre al fin del fatídico poder de los Baltasar: Imposible, padre. Mi señor cree que me he ido.
astros ... ¡Ojos, mirad por última vez a mi amada! ¡Brazos, Me amenazó de muerte si lo seguía.
abrazadla por última vez! ¡Labios, puertas de la vida, sellad Fray Lorenzo: Pues quédate, entonces. Y o iré solo. ¡Dios
con un beso mi pacto definitivo con la muerte insaciable ... ! mío, presiento una catástrofe!
¡Ven, duro timonel, piloto sin esperanzas! ¡Arroja contra
: 143
142: