Page 119 - Romeo y Julieta
P. 119

WILLIAM SIIAKESPEARE
                        ACTO  IV

 gallardo caballero! No puede comparársele con Romeo. Ni
 un águila tiene los ojos tan verdes, tan vivos y tan bellos
 como los de París. No me equivoco si pienso que este se­
 �  �
 gu do  natrimonio es mejor que el primero, y que te hará
 mas feliz. Aparte de que a tu primer esposo debes darle por  ESCENA I
                        Celda de Fray Lorenzo
 muerto, pues aunque no lo esté, es como si lo estuviese, ya
 que no puedes consumarlo.
 Julieta: ¿Hablas de corazón?   (Entran Fray Lorenzo y Paris).

 Nodriza: Y también con el alma. ¡Que me condene si miento!  Fray Lorenzo: ¿Decís que el jueves? Es muy pronto, señor.
 Julieta: Así sea.   Paris: Es la voluntad de Capuleto y no hay motivo  para
 Nodriza: ¿Qué dices?   esperar más.
       Fray Lorenzo: ¿  Y decís que todavía no sabéis si la novia os
 Julieta: Digo que buen consuelo me has dado. Vete a decir
 �
 a mi m dre que he ido a confesarme con Fray Lorenzo,  quiere? A mi juicio no estáis obrando bien.
 arrepentida por el disgusto que di a mi padre.  Paris: Ella pasa llorando a Teobaldo, y no he tenido ocasión

 Nodriza: Ahora mismo. Al fin has vuelto a la razón. (Sale).  para cortejarla. A Venus no le es propicio el llanto. Su padre
       está preocupado de verla tan abatida y cree sabiamente que
 Julieta: ¡Vieja infame! ¡Maldito demonio! ¿Cuál es tu mayor
       nuestra boda terminará con su gran angustia. El estar a su
 pecado: querer hacerme pe1jura o manchar a mi esposo con
       lado me permitiría consolarla de su solitaria pena. Estas son
 esa misma lengua conque tantas veces lo pusiste por las
       las razones de que nos apresuremos.
 :
 nubes? ¡Adiós, n aldita consejera! Hemos acabado tú y yo.
 Corro donde m1 confesor a implorarle algún remedio.  Si  Fray Lorenzo:  (Aparte). Ojalá yo no supiera por qué hay
       que demorar esta boda.  (En voz alta). Ahí la tenéis, señor.
 no lo tiene, al menos me dará fuerzas para matarme. (Sale).
       Ella viene hacia mi celda.
       (Entra julieta).
       Paris: ¡Qué feliz encuentro, señora y esposa mía!

       Julieta: Podría serlo, señor, cuando me case.


 118 1                                         . 119
   114   115   116   117   118   119   120   121   122   123   124