Page 120 - Romeo y Julieta
P. 120

W!LLJ,\J\! SllAKE:SPE,\RE                                                       ROMEO Y JU! !ETA


               París: Ese "podría serlo" será muy pronto.                        Julieta.  El jueves os despertaré muy temprano.  Retened
               Julieta: Lo que debe llegar a ser, será.                          hasta entonces este beso. (Sale).
               Fray Lorenzo: ¡Bien dicho!                                        Julíeta:Cerrad la puerta, padre, y venid a llorar conmigo.

               París: ¿ Venís a confesaros con el padre?                         ¡Ya no hay esperanza, consuelo ni remedio para mí!
              Julíeta: Si os respondo, sería confesarme con vos.                 Fray Lorenzo: ¡Por  Dios, Julieta!  De sobra conozco  tu
               París: No le neguéis que me amáis.                                desesperación. Estoy anonadado. Sé que el próximo jueves
              Julíeta: No os niego a vos que le amo a él.                        debes casarte con el Conde; que estás obligada a hacerlo.

              París: Y le confesaréis, espero, que me tenéis amor.               Julíeta: ¡Padre, no me digáis que sabéis todo ello si al mis­
                                                                                 mo tiempo no discurrís la  manera  de evitarlo!  Si vuestra
              Julieta: Tal confesión debería hacerla a espaldas vuestras y       prudencia y sabiduría no pueden ayudarme, encontradme
              no cara a cara.                                                    razón en que obro cuerdamente si busco una salida en esta
              París: Las lágrimas están marchitando vuestro hermoso rostro.      daga. Vos,  en nombre de Dios, unísteis mi corazón al de

              Julíeta: No  hay  que culpar a las lágrimas; se estaba mar­         Romeo, y antes de que esta mano que entregásteis a Romeo
              chitando antes.                                                     deba entregarla a otro, antes de que este corazón deba unirse
              París: Más lo marchitan vuestras palabras que vuestras              a otro, esta daga pondrá fin a mi desdicha. Dadme, pues,
              lágrimas.                                                           alguna salida, si la encuentra vuestra experiencia, o este acero
                                                                                  decidirá entre yo y mis sufrimientos lo que vuestros años
              Julíeta: Señor, la  verdad no ofende, y menos si una se la          y saber no han podido decidir en mejor forma.  ¡Hablad,
              dice a sí misma.                                                    por Dios! Quiero morir rápido si vuestras palabras no me
              París: Ese rostro del que me hablái_s mal, me pertenece.            muestran la salida.
             Julíeta: Es posible que así sea, pues ya no es mío. Reverendo        Fray Lorenzo: Calma, hija, calma. Veo una salida que exige
              padre, ¿podéis confesarme ahora, o preferís que vuelva a la         un acto tan difícil y desesperado, como desesperada y difícil
              bendición de la tarde?                                              es tu situación. Pero ya que eliges morir a casarte con Paris,
             Fray Lorenzo: Mi pobre niña triste, e�y dispuesto a con­             estarás dispuesta  a  simular cu muerte para  evitarlo,  aun
             fesarte ahora. Dejadnos solos, Conde, os lo ruego.                   cuando puedas perder la vida en el empeño. Si te arriesgas

             París: No seré yo quien impida un acto tan devoto. Adiós,            a hacerlo, yo te daré el remedio.


                       120                                                                                                  1 ?.1
   115   116   117   118   119   120   121   122   123   124   125