Page 41 - Historia de una gaviota y del gato que le enseño a volar - 6° - Septiembre
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Trataron de levantarse, pero cuando quisieron hacerlo cada uno
de ellos tenía una oreja traspasada por un arañazo.
—¡Mami! ¡Me querían comer! —graznó el pollito.
—¿Comernos a su hijo? No, señora. De ninguna manera —maulló
uno con la cabeza pegada al suelo.
—Somos vegetarianos, señora. Vegetarianos estrictos —aseguró
el otro.
—No soy una «señora», idiotas —maulló Zorbas jalándoles las
orejas para que pudieran verlo.
Al reconocerlo, a los dos facinerosos se les erizó el pelo.
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