Page 100 - El club de los que sobran
P. 100
—Pero… —Pablo trata de decir algo, pero su novia es firme.
—Vámonos, Pablo.
Ya en la calle, Pablo escupe sangre. Vaya héroe de película. Nos alejamos unos metros
para poder hablar tranquilos. Cuando creemos que estamos a salvo, Pablo le pregunta a su
polola:
—¿Viste al Chuña?
—Sí. Lo vimos con Gabriel. Después bajé a una bodega gigante, pero no pude avanzar
hacia donde se lo llevaron. Así que volví por donde habíamos entrado. Cuando no los vi,
me asusté. Luego escuché que te agarrabas a trompadas con alguien. Por suerte estás bien.
—Tenemos que volver —dice Pablo.
—No. Ya no podemos hacer nada, Pablo —concluye la Dominga.
Y tiene razón.
Siento que ya es demasiado tarde para cualquier cosa. Pablo no lo dice en voz alta, pero
todos sabemos que hemos perdido.
El club de los perdedores.
Bienvenidos a nuestras vidas.
100