Page 124 - Trece Casos Misteriosos
P. 124

El caso de la estatua
                                                                                      Mujer sentada pensando








                                                                                Son las cinco de la mañana en Santiago. La amplia
                                                                                calle del barrio alto está vacía, con excepción de
                                                                                una camioneta cubierta que se estaciona a pocos
                                                                                metros de una casona estilo colonial. Adentro,
                                                                                tres hombres observan, primero de reojo; luego
                                                                                descienden para encaminarse hacia la entrada de
                                                                                la mansión.
                                                                                   Todo está saliendo según sus cálculos. Minutos
                                                                                atrás, el repartidor había lanzado los diarios
                                                                                correspondientes a esa cuadra y el campo estaba
                                                                                libre. La primera parte  del plan  para  robar la
                                                                                estatua Mujer sentada pensando -que se vendería
                                                                                al  día siguiente  en  un  gran remate- estaba
                                                                                funcionando bien. Los diarios y la televisión
                                                                                habían hablado mucho sobre el valor de la estatua
                                                                                y los críticos de arte la calificaron como "la mejor
                                                                                obra de arte abstracto de los años ochenta".
                                                                                   Jaime, alias el Artista; Felipe, más conocido
                                                                                como el Panda y Gonzalo, el Rambo, se encamina­
                                                                                ron con rapidez hacia la puerta de entrada donde
                                                                                la bandera que decía "Remate" se agitaba con el



                                                                                                                             123
   119   120   121   122   123   124   125   126   127   128   129