Page 125 - Trece Casos Misteriosos
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El caso de la estatua
                  Mujer sentada pensando








            Son las cinco de la mañana en Santiago. La amplia
            calle del barrio alto está vacía, con excepción de
            una camioneta cubierta que se estaciona a pocos
            metros de una casona estilo colonial. Adentro,
            tres hombres observan, primero de reojo; luego
            descienden para encaminarse hacia la entrada de
            la mansión.
               Todo está saliendo según sus cálculos. Minutos
            atrás, el repartidor había lanzado los diarios
            correspondientes a esa cuadra y el campo estaba
            libre. La primera parte  del plan  para  robar la
            estatua Mujer sentada pensando -que se vendería
            al  día siguiente  en  un  gran remate- estaba
            funcionando bien. Los diarios y la televisión
            habían hablado mucho sobre el valor de la estatua
            y los críticos de arte la calificaron como "la mejor
            obra de arte abstracto de los años ochenta".
               Jaime, alias el Artista; Felipe, más conocido
            como el Panda y Gonzalo, el Rambo, se encamina­
            ron con rapidez hacia la puerta de entrada donde
            la bandera que decía "Remate" se agitaba con el



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