Page 10 - Crónicas de Narnia I - Junio 5to Básico
P. 10
II LO QUE LUCIA ENCONTRO ALLI
—Buenas tardes —saludó Lucía. Pero el Fauno estaba tan ocupado recogiendo
sus paquetes que no contestó. Cuando hubo terminado le hizo una pequeña
reverencia.
—Buenas tardes, buenas tardes —dijo. Y agregó después de un instante—:
Perdóname, no quisiera parecer impertinente, pero ¿eres tú lo que llaman una
Hija de Eva?
—Me llamo Lucía —respondió ella, sin entenderle muy bien.
—Pero ¿tú eres lo que llaman una niña?
—¡Por supuesto que soy una niña! —exclamó Lucía.
—¿Verdaderamente eres humana?
—¡Claro que soy humana! —respondió Lucía, todavía un poco
confundida.
—Seguro, seguro —dijo el Fauno—, ¡Qué tonto soy! Pero nunca había
visto a un Hijo de Adán ni a una Hija de Eva. Estoy encantado.
Se detuvo como si hubiera estado a punto de decir algo y recordar a
tiempo que no debía hacerlo.
—Encantado, encantado —repitió luego—. Permíteme que me presente.
Mi nombre es Tumnus.
—Encantada de conocerle, señor Tumnus —dijo Lucía.
—Y se puede saber, ¡oh, Lucía, Hija de Eva!, ¿cómo llegaste a Narnia?
—preguntó el señor Tumnus.
—¿Narnia? ¿Qué es eso?
—Esta es la tierra de Narnia —dijo el Fauno—, donde estamos ahora.
Todo lo que se encuentra entre el farol y el gran castillo de Cair Paravel en el
mar del este. Y tú, ¿vienes de los bosques salvajes del oeste?
—Yo llegué..., llegué a través del ropero que está en el cuarto vacío
—respondió Lucía, vacilando.
—¡Ah! —dijo el señor Tumnus con voz melancólica—, si hubiera
estudiado geografía con más empeño cuando era un pequeño fauno, sin duda
sabría todo acerca de esos extraños países. Ahora es demasiado tarde.
—¡Pero si esos no son países! —dijo Lucía casi riendo—. El ropero está
ahí, un poco más atrás..., creo... No estoy segura. Es verano allí ahora.
—Ahora es invierno en Narnia; es invierno siempre, desde hace mucho...
Pero si seguimos conversando en la nieve nos vamos a resfriar los dos. Hija de
Eva, de la lejana tierra del Cuarto Vacío, donde el eterno verano reina
alrededor de la luminosa ciudad del Ropero, ¿te gustaría venir a tomar el té
conmigo?